Amo la gimes
virginal de tus labios malditos
La poética
de tu cuerpo desnudo en la noche sombría
Degusto
cada una de tus palabras, me embriago en ellas
Esos te
quiero apasionados que te arranco de cuando en vez
Esas
piernas amarfiladas que amordazan mis oídos
Me cautivan
tus besos de alondra y viuda negra
Eres la
mujer que fataliza mis horas, las desangra
Como el
primer día, así nos deshojamos hasta morir
En un
encuentro agónico de dos cuerpos erotizados
En una fría
noche de mayo de un otoño febril.
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