Soledad
como la infancia del niño que una vez fui, hoy apareces en mis vigilias
En mis
sueños de juventud que se desvanecen con el contar de los días, estás tú
En la
primavera de mis años y en el cenit de mis versos, te canto como a la noche
Me
sumerjo en las entrañas de tu memoria, mi memoria, la que construimos juntos
Te
poestizo en los instantes del porvenir infinito, que nos abre de par en par las
puertas al paraíso
Te
perdí allá por esos años y hoy me reencuentro contigo, en mis amores tempranos
Tú, ¿me
abandonaste una vez más? Infiel te he sido, no sólo un amante por ti he tenido
Mis
versos se los dedicaré a otras tristes alondras que añoran mi cariño prometido
Desahucios
de recuerdos y casas abandonadas por la nostalgia otoñal
De esas
amarguras mediterráneas en el corazón de nuestra prosa poética
Tengo
nostalgia de ti soledad, no me abandones una vez más.
paradojas que suenan como parrandojas.
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