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Mostrando entradas de abril, 2016

La soledad del escritor.

Pensamientos imperturbables, mirada perdida en el horizonte, pasos a la deriva Lugares comunes, tránsito errante y fugaces instantes inconclusos al andar Vivir en libertad, ser y dejar ser por respeto a la individualidad en contrastes El vacío existencial en la búsqueda de sí mismo es el lastre de lo cotidiano La angustia perenne de saberse única individualidad, sentir el peso del olvido Distraer la mirada de sí y el entorno mismo, siento tan sólo siento Saberse incomprendido en una sociedad de ausentes, decante individualismo Estado de sensaciones ahogadas en la melancolía existencial Reencontrarnos en el sentir del otro, pensarse como complemento Vivir sin vivir, el amor es búsqueda de una idea de amor, la nada es todo Existencia pura, ser por la escritura, sublimarse en sentimientos, Poner nuestra vida en palabras, ser esencia en amor, scientio ergo sum.

La sinceridad de las palabras.

La sinceridad de las palabras. Poesía de otoño,  Hemos perdido nuestro mayor legado, el ser humano está sin voz La sutil verdad de las palabras ha sido arrebatada por los prejuicios El qué dirán es el verdugo social de la libre expresión Qué hay de aquellos que en otras épocas, hicieron de la palabra carne Del verbo, revelación universal y de su lengua el arma más soberbia Qué de los filósofos de los antiguos tiempos que se expresaban en armonía Qué de los poetas áureos cuya pluma era verbigracia de ruiseñores  No desconozcas la poesía en tus palabras, tú qué bien sabes lo que callan Tú que con ellas haces crecer los prados de abril con fuerza inusitada En el nostálgico invierno, solitario e incierto de tu juventud  Bajo la lluvia que recorre esa mejilla sonrosada de amores idos De aquellos que conservas en la voluptuosidad de tu memoria Donde cantaste a otras alondras y brotaron en flor las escarlatas rosas. 24 abril 2016 Autor: José Chamorro.

Canto a lo humano. (abril 2014)

Soy un poeta que canta a lo humano, a la ira de la tierra Al llanto de otoño y sus hojas caídas, al miedo que se fragua lentamente Al frío que  embriaga mis manos, mi escritura de árboles amargos Me visto de los colores del sol de madrugada, crepúsculos de alardíes Bufandas de invierno y aires estacionales se precipitan lentamente El cuerpo cobra remansos de agua brava en la silueta de mis palabras Canto a la existencia, a las virtudes humanas, a las siemprevivas Al revoloteo de las aves, a los cuadros en las murallas Al arte de lo imperecedero, a la verosimilitud del egregio A las puertas de mis memorias, al pasado que atesoro A los momentos que guardo, a lo que fui y a lo que soy, es mi canto.

Vallejo y Girondo me susurran al oído esta noche

Vallejo y Girondo me susurran al oído esta noche, poesía es el eco que me acompaña Trilce se remece a vaivensa como poemas para leer en el tranvía Las chicas de flores se asoman en mi ventana Santiaguina, quizás es un vago sueño Los leo y los degluto como quién saborea un té de media noche Imágenes encuadernadas atiborran mis circunstancias La habitación se expande poética a una imaginación que desborda En la masmedula, menosmedula, pormedula, dividimedula de mis horizontes Me carcajeo a risotadas con sus juegos de palabras y sensuales alusiones Entre los versos que desnudan y la vanguardia que me inunda Entre la noche que discurre y el son afrocubano de ritmos humanos.

Nos miramos, auscultamos, se cierran los párpados, cae el telón, nos alejamos.

Me paro de pie frente al balcón, observo cauteloso el movimiento que se produce Me ves desde la lejanía de nuestros cuerpos, tu mirada se aproxima a mi sonrojado cuerpo   Siento que penetras con esa mirada profunda de amante generoso los poros de mi piel Me balanceo sobre mis pies y dejo ir a la deriva mis pensamientos, te deseo Pero intuitivamente me giro y te recuerdo, ya nos conocemos, eres mi complemento   Poetas que miran por la ventana del mundo y que claman a gritos un único deseo Vivir para contarlo, amar como quien ama un plenilunio de nostalgias Nos reconocemos en las caricias que no nos hemos dado, en la aquiescencia En la voluptuosidad de nuestros pechos que suspiran candorosos La sutil percepción de nuestra presencia es algo que nos cautiva, nos inmortaliza Como la fotografía de un instante, un segundo silente a vaivenes De lo que fuimos ayer y de lo que seres mañana, es un pensamiento sonoro Son el reflejo de mi silueta que se exp

Tengo una vida para amar

Tengo una vida para amar, un día para enamorarme, una hora para amarte   Un segundo para desearnos, un instante para las caricias que no nos hemos dado Te versifico en primavera como en otoño, te hago mía con las palabras Renuncio a mi fuego interno por una vida junto a tu pecho Me sonrojas mis pómulos como una frase de abril, me doblegas a voluntad Deseamos una vida juntos y te sumerges en mi sentir, ámame ahora Como un beso de atardecer, como una melodía diafragmática, un son de vivir Eres la razón de todos mis ayeres y la vibración de mis mañanas Cojo mi taza de té y me la sorbo como embebiéndome el alma. Pd: Poema escrito en abril del 2014.