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Heridas punzantes.

La palabra, fiel compañera de dichas y gozos en la felicidad de la vida

En aciaga traición puede aniquilar nuestros días de amor y prosperidad

Oscuridad absoluta cubrirá nuestros prados en flor primaveral

De malezas ennegrecidas envenenará el alma del que una noche las amó

¡oh, frigidas altaneras! Cobardes y maliciosas que acallan al poeta

Merecen la ignominia, ser olvidadas como las viles rastreras que son

Ustedes que al corazón enamorado encantan de ilusión

En amarga desolación acechan las horas de mi sentir más profundo

En pesares sumergen mi alma en pena, deambulante de traslúcidos misterios

Antropófagas, se alimentan de los cuerpos en existencial agonía

Profanan los silencios y aturden con narcisa belleza los placeres terrenales

La carne les deleita, la atermitan y devoran como leprosas ratas

Abren el pecho y carcomen sus entrañas

Al corazón magullan e infartan de dolor

Infecta está la herida que derrama lágrimas de rencor

Sanguínolento color enturbia el rostro hastiado y marchito

¡Sanguínis terra! Tierra sanguinaria y putrefacta es germen de su maldición

Hórrido es el punzante puñal que al corazón hirió del mortal amor.

11 julio 2017, Chillán.

José Patricio Chamorro.

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