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Recaídas.

Recaídas.

Recaigo en ellas o con ellas, ya no sé. Son las palabras mi recaída perpetua

Son como el primer amante, vivaz fuego en el rescoldo del ayer

Retornos, viajes a las frágiles horas de una llamarada apasionada

Imposible es dejarlas, olvidarlas sin perderse nuevamente en ellas

Son como amores de verano o tal vez de invierno, ya no sé

Solo me atrapan, me arrastran y me sumergen en su sentir de espanto

Me llevan en ancas por bellísimos paisajes de primavera, en otras en otoñal espera

Me rehabilito,  me alejo, me pierdo en segundos que son mundos de poesía

La imaginación absorbe y retumba, reverbera en los espacios y su eco permanece

Sonidos,  imágenes,  fluorescencias y colores primos anochecen en crepusculares atardeceres

Mis manos,  mis labios las poseen o ellas poseen mi humanidad toda, ya no sé

Etéreas,  incandescentes y fulgurosas arrebatan mi cordura en pasiones de julio

Caigo en el viejo ardid de las palabras y su urdimbre de textosidades inconclusas

Es tantear a ciegas el hilo de plata en las postrimerias de mundos posibles

Son tiempo escarchado en lluviosas tierras de bravía con sabor a muerte

Es el petricor en la humedad de un beso degustado en el sur de Chile

Es manantial, hoja perenne en el árbol de la vida y su último llanto

Es una sonata de Mozart en la fugaz sinfonía del etéreo Amor

Es el placer oculto de recaer en ellas, las infieles,  las cinicas

Degustan besos de almíbar y engatusan a los poetas, ellas las promiscuas palabras.

José Patricio Chamorro Jara
Chillán,  28 julio 2017.

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