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Mostrando entradas de 2019

Versos de mar.

Se recoge entre mis brazos una ola de mar. Cálida susurra a mi oído, su búsqueda infinita. Su corazón profundo se sabe pasión. Es hondura de vaivenes sobre la piel de los años. Corteza azulada sobre la rocosa tierra es el latir del amor. Bahía inglesa. 31 diciembre 2019.

El día después de.

El día después de. Arde un país en democracia, arrasado por sus propias manos Se saquean las calles, se enciende una patria. Silenciadas las voces, los cuerpos claman bajo la sangre derramada Los capitales cierran sus puertas ante el pueblo que no da a basto. La clase política, pronuncia la palabra normalidad, ultrajada por su propia corrupción La naturaleza gime bajo la inconsciencia de los hombres. Es la inocencia arrebatada cuyo llanto jamás fue escuchado.

Cuerpos en ausencia.

Una noche más en la soledad de esta casa, diseñada para morirse entre cuatro paredes. Sin embargo, aún guardo esperanzas de que esto algún día cambiará. Sin duda el hombre que acompaña mi diario despertar, saldrá tras de mí; aunque quizás debí haber dejado abierta de par en par como la herida de mi pecho, la puerta del comedor y no solo entreabierta. La noche siempre me ha causado pavor, pero sé que él vendrá. Lo sé, porque él me dijo que me amaba. La hierba cruje, esos pasos deben ser los de él. De un momento a otro todo se volvió confuso; luces y sombras a mi alrededor. Solo recuerdo la frágil silueta de mi cuerpo y mi mano en un gesto torpe sosteniendo por última vez la cartera que él me regaló. Aquel hombre por el que he derramado lágrimas una vez más y que jamás sabrá lo que me ocurrió.

Representaciones inconclusas.

Sensaciones de amor revolotean mis sentidos Es el pensamiento enamorado la primera caricia del alma Asirse a un recuerdo como al roble de un campo florido. El sur llama a mi puerta, evoca una lágrima el susurro de su voz Somos amantes que olvidamos las caricias de otros tiempos. A su encuentro acuden sonidos, imágenes y cadencias que laten silenciosas. Prófugos los poros de mi piel se abren evocadores Es la ausencia del amado el martirio de los cobardes La triste representación de un titiritero en su inconclusa función.

Caricias de amor.

La costumbre de las horas, el pasar del tiempo infatigable se hace uno con el acto cotidiano de vivir. Hubo una época en la que ellos se amaron sin mediar razones, ni compromisos; solo sentimientos. Pero ese tiempo se había desvanecido como viento sobre las olas. Él ahora acomodaba su almohada en una acción tantas veces repetidas, que su lado de la cama conservaba intacta su figura. Hubo una vez -aunque pareciese en extremo lejano para las circunstancias actuales- en que él también lo amó. Sin embargo, sabían de antemano que aquello duraría solo la apariencia de una frágil necesidad afectiva. En efecto,  ¿Qué es el amor, sino una caricia bajo las sábanas? Aunque en ese entonces él desconocía a ciencia cierta que la visión que tenemos sobre nuestra propia existencia, más aun de nosotros mismos tampoco es ajena al peso marcial  del tiempo.  Se trata de cómo sobrellevamos una vida en ausencia de soledades y verdades autoimpuestas. Pero no siempre  fue así; hubo entonces un pensam

Vaivenes de ciudad.

Hombre de edad avanzada, sus manos denotaban un esfuerzo de años en el que su oficio de toda una vida lustrando zapatos, dejaba entrever la sabiduría adquirida más por el tiempo de vivir que el sentido práctico que nos dán las experiencias. Esa tarde me encontraba en el ajetreo del terminal de buses de Santiago junto a un amigo que no veía desde hacía meses, con quién compartíamos la afición de deslumbrarnos por lo cotidiano y sencillo de la vida.  Aquel hombre de manos curtidas por el peso del trabajo, llegó de improviso. Sin mediar palabra indicó con su dedo índice y una mirada inquisitiva, a la que añadió un firme y dubitativo ¿Puedo? Hace meses no lustraba mis zapatos; para ser preciso desde mi última estadía en Perú, donde era habitual en cada cuadra y jirón, inclusive aun en las provincias ver a hombres dispuestos al antiguo y pulcro oficio de lustrar. Recordaba que en Chillán, al sur de Chile, pero con mayor notoriedad en Copiapó, al norte, en Atacama, todavía en la

Versos con sabor a mar.

En la orilla de la mar siento una pasión en desborde Crecen los recuerdos como olas bajo el viento en un atardecer La razón permanece dormida; son los sentimientos mi única barca a encallar. Nostalgias perdidas desaparecen con las huellas del pasado. Solo nos queda el instante en que tú y yo estuvimos dispuestos al amor. Bahía inglesa, 12 mayo 2019.

Muros.

Niños migrantes derraman una lágrima silenciada. Angustia duerme bajo la sombra del pecho descubierto de una madre. Inanición es la última escapatoria para sobrellevar un mundo ausente. Gritos desaforados dibujan un cuadro expresionista en medio oriente. América es la madre cautiva de cuyos hijos han perdido la memoria. Un muro invisible se agazapa depredando la natural riqueza a su paso. El muro, quizás es la única barrera que tenemos. 29 enero 2019. Lima,  Perú.

Amazonía en éxtasis.

Tu sudor de macho febril recorre mis pechos. Amazónica mi piel,  aguarda ser tu santuario virgen; arder en deseo. Te invito a explorar mis cuencas nocturnas,  valles abiertos a intemperie. Rocío que acaricia la selva perdida de tu humanidad en éxtasis. 7 febrero 2019. Pd: Al Adonis durmiente.

Piel amazónica.

Macho febril,  recorres amazónica mi piel. Tu sudor aguarda valles a intemperie. Santuario virgen que arde en deseo, es mi pecho. Mis selvas nocturnas acaricias, exploras. Te sumerges en su hondura, penetras sus ríos, sus cauces en desenfreno. 7 febrero 2019. Perú.

Pasión primordial.

En tu pecho arde la pasión de nuestros antepasados. Territorios volcados bajo caricias,  un beso nos arrebatan. Somos el pensamiento erótico del éxtasis primigenio. Somos cuerpo,  carne hambrienta de pudores y versos. Eres sangre bullente que desea ser domada, sentenciada entre susurros. Ecos de tus paisajes más humanos que el cristo de mis plegarias. Eres la puerta de entrada a sueños más profundos, sonido torrentoso como crujientes labios que besan lo prohibido. José Patricio Chamorro Jara. 24 de febrero 2019.

Tentaciones.

En tus besos el rumbo se pierde como olas de la mar. Son tus brazos el muelle donde encallan mis suspiros. Es tu sonrisa el dulce trinar de aves en primavera. Eres imagen,  templanza en la vorágine del vivir. Somos el pensamiento oculto de los placeres, tierra fértil. Volcánica tu piel, emerge ardiente, deseosa como licor de medianoche. Eres el afrodisíaco festín de los sentidos.Tus labios son mi última tentación. José Patricio Chamorro. Ica, Perú. 18 febrero 2019.

Brisas de mar.

Brisas marinas cubren mi sonrisa. Bajo el sol de febrero se acarician las olas. Gaviotas gimen un adiós, la partida inevitable del viajero. El sur me habla a través de sus aguas, pronuncian silencios furiosos. Clama el mar desde la profundidad de su volcánico pecho. Rojizas tierras invitan a perderse, permanecer cautivo entre sus brazos. Embarcaciones migran como aves en vuelo.  Solo queda mirar atrás. Lagunilla, Paracas. 17 febrero 2019. José Patricio Chamorro Jara.

Íntimos besos.

Besar a un poeta es desenterrar escombros donde duermen sueños olvidados. Rozar sus labios es acariciar las estelas del pensamiento hecho deseo. Amar a un poeta es cultivar la memoria del cuerpo. Intimar con sus sensaciones es refrescar tus sentidos bajo el rumor del agua. Acielar la noche, escribir el día con el sol entre las manos. Perderse en los ojos de un poeta es reconocer el mar en sus bordes. Acariciar su alma,  será la razón para saber que ya no hay marcha atrás. Ni jamás la hubo. José Patricio Chamorro J. 9 febrero 2019. Lima, Perú.

Llueve sobre el Rimac.

Llueve sobre la ciudad del Rimac. Atardece como la sombra de un heraldo negro bajo la inclemencia de un nubarrón con sabor a otoño. Frágil me parece la silueta de ese paisaje ensordecedor que esconde historias bajo las puertas de sus templos.  Me guiñan un ojo, me pierdo en las profundidades de calles y avenidas. Alguien pronuncia mi nombre a lo lejos. Libertad es el eco que llega junto a mi pecho,  lo escucho como si estuviese a mi diestra. Sin embargo,  sé que soy un hombre varado en la ciudad; más nada cambiará mi semblante de extranjero en tierra de otros hombres. Alguien pronuncia mi nombre en un murmullo, llueve sobre el Rimac, libertad.  Lima, Perú,  "El gran Molino". José Patricio Chamorro. 04/2/2019.

Poemas otros: Imaginario I.

Recorrer nubes desplegadas cual Ícaro. Sobrevolar el terruño,  volverse ángel. Sentir caricias en busca de libertad. Ser un ave de los mares. Emprender viajes inconclusos. Amar enigmas de un atardecer. Alcanzar verdades del averno. Mirar de punta a cabo,  estertores de poemas. Imaginar ensueños derrumbados, soles de un paisaje en clarividencia. Pensar prejuicios, olvidar misterios. Pd: Recreación sintética del poema "Libertad en vuelo". Lima,  Perú. 18 enero 2019.

Hombre telúrico.

Recordar tu cuerpo de macho en estío, desboca mi hombría. Se vuelve rocío el sudor de mi pecho bajo tu estampa. Se dilatan lujuriosas las venas de mis entrañas,  invitándote a sentir. En espasmos irregulares, tu lobuzno jadeo penetra abismos bajo mi piel. Tu aliento seduce mis sentidos,  tu voz deletrea erotismo. Tu lengua golosea mis versos, los enguaja y los degusta a tentación. Eres vertebral fibra que gime en vaivén como movimiento telúrico. José Patricio Chamorro Jara. Lima, Perú. 27 enero 2019.

Todo y nada. (Segunda versión).

El azar objeta  dados al destino. Enumera aciertos, se vuelve nada,  lo es todo.   Profana cuerpos la noche. Bajo la tumba, madre, conquista mundos posibles sobre tu boca. Se juega la vida como silencios. Calla la muerte en un instante. Se abren estepas en lluvia, humedecidas mentiras posibles. Siento mendrugos de pan que duermen. José Patricio Chamorro Jara. Lima,  Perú. 24 enero 2019.

Todo y nada. (Primera versión).

Jugarse la vida en un instante como si la muerte callara. Abrir estepas como silencios en la noche bajo la tumba nuestra. Sentir la lluvia profanando cuerpos en ausencia de amor. Humedecer la tierra, vertirla madre, mendrugo de pan sobre tu boca. Al azar objetar mentiras como dados del destino que duerme. Enumerar aciertos como conquistas de mundos posibles; al punto desaparer, volverse nada, desearlo todo. José Patricio Chamorro Jara. Lima,  Perú. 24 enero 2019.

Muerte.

La muerte es memoria eterna. Misericordioso abismo. Bello calvario. Corazón sombrío. Respiros de anochecida. Amor inexorable. Final de olvido. Lima, Perú. 21 enero 2019.

Insomnios limeños.

Trifulca herida de viernes por la noche. Estruendo socarrón de madrugada. Voz en grito de un sábado ensordecedor del enero en tumulto. Esquizofrenia errática, ciudad insomne de alaridos que habitan. Desbordes, deseo pueril en sueños que se han perdido. Lugares indomables como salvaje fiera en su naturaleza febril. 19 enero 2018, Lima,  Perú.

Mixturas limeñas.

Sabor limeño. Como un gigante devoras un mar de sueños. Tu victoria virreinal es la internacional mixtura de tus calles, Abundantes de porvenires. Eres la ambrosía amerindia de tus hermanos de sangre. Arguediana es tu sombra,  raiz del sueño que tiembla. Acoges en tu vientre con maternal hondura a la Venezuela postergada, ultrajada. Eres la Lima heroica, del erotismo incaico. Deambulan por jirones, parques y plazas la hermosura de tu raza.                           Mixturas limeñas Eres la Lima de sol cincuenta, de las combis encubiertas. Sabor trans, que en su piel morena aguarda ser descubierta por caricias. Eres óvalo abierto en sangre derramada bajo tradiciones milenarias. Viajeras, sabrosas, imprudentes y altaneras son tus huellas frente al mar. Eres carne regía, apetito primordial. Corruptas fauces han devorado tenaces tu cuerpo mutilado. Aun saqueada te levantas, sin mirar atrás. 16 enero 2019. Lima, Perú. José

Placeres matutinos.

Obserbo en mirada contemplativa tu desnudez. Se me dilatan las pupilas sobre tu virilidad. Recorro tu pecho en silencio. Mis labios desean tu cuerpo. Carne contra carne,  sexo contra sexo. Pasión en desborde,  placer marginal de un viernes de enero. Eres honda silueta, recóndita estampa indomable. Salvaje éxtasis es tu piel rumana, nervadura entreabierta. Venas encendidas a punto de estallar invitan lujuriosas. El tiempo se nos vuelve agua desbocada, caudal orgásmico al paladar. Como sueño diurno precipita bajo nuestra almohada en amanecidas. Pd: Al rumano que me quita el sueño. Lima,  Perú.  18 enero 2019.

Un aleteo de luciérnaga. (Actualizado).

"Solo nos queda mirar la luz de la luciérnaga, Ese último chispazo de la hoguera del verano  Flotando en el silencio del bosque. Miremos la luz de la luciérnaga:  A ella se ha reducido el mundo" . Domingo a domingo , Jorge Teillier.  Un aleteo de luciérnaga . Versión actualizada al 15 enero 2019. El mundo es un frágil aleteo de luciérnaga Deleita nuestros ojos su brillo, sucumbe a la negrura de la noche al extinguirse. Es mundo enajenado, esperanza rota de la vida. Apasionado fuego, antaño amante hoguera. Hoy, cenizas del ayer.  Desde el polvo de sus alas, renacía cual fénix; utopía transfigura el rostro de quién su mirada posó en él. Transmuta el fénix en un cuervo de melancólica visión. Bate su sombría carne, trastocando sus entrañas.  Cautivados los amantes, devora. Arpías trituran hilos de plata al porvenir de nuestra juventud.  Se desvanecen nuestros cuerpos, calavéricos exorbitan palidez. Nuestros la

Recuentos. (Recuperado del 4 de enero 2014).

El recuento de mi día, así debería empezar esta escritura. ¿Acostumbrarse al funcioamiento del mundo?, ¿comprender la psicología de las personas?. Hoy me encuentro en mi campo, lugar propicio e idóneo para dar rienda suelta a la imaginación y la escritura. Me han dicho que si puedo escribir, debería ser capaz de recordar hasta donde he dejado una aguja, sin embargo, es precisamente la cantidad de ideas que me embargan las que hacen andar por cientos de lados. He andado por muchas partes e inclusive ya he perdido la cuenta y, por mucho que quiera retener en mi memoria los lugares en los que he permanecido en cada momento de mi vida, me es imposible. No hay alma humana, aunque quizás sí Funes el memorioso, que sea capaz de recordar con una precisión detectivesca, cuáles han sido los laberintos recorridos en su  vida. La noche, cuyo viento enarbolea fragante, está eclipsada por la presencia lumínica de la luna. Ni pensar e incomparable con la manera en que inició este día; en es

Paisajes de infancia a destiempo.

En la memoria de un ciprés se conserva intacto el tiempo. Recuerdos, silencios volcados al pasado de un instante. Clarividencia. Somos el color de un pensamiento en primavera, ocultos sentimientos que se abren en flor al porvenir. Acaricia nuestros cuerpos, la naturaleza con sus manos de ternura. Pensar la noche, recrearla día en la imaginación sin límites. Encielar la tierra, volverla aire en un etéreo submarino de sueños sonrientes. Ser mártir en la tripulación fantastica de una humanidad a punto de renacer. Volverse verbo,  carne en ciernes como carroña agusanada en la putrefacta muerte. 1 de enero 2019. Santa Clara. José Patricio Chamorro.