En un sueño perdido estaba más allá de mi sentir.
Causaste estragos, pensamientos discurrieron sin cauce.
Sin aparente espera en la nobleza de tus ojos me envolví.
Fui brizna, ilusión y pecado hecho carne en la memoria del
olvido.
Fue el silencio la encrucijada más certera clavada al corazón.
Si el alma grita, ahogo en placeres su misericordiosa
agonía.
¿Quién soy yo para juzgar, quién soy yo para amar?
Solo un hombre capaz de sentir la tormenta más tortuosa del
alma.
Amar es encarcelarse en cuerpo y mente al motivo del deseo.
Pasión en éxtasis, multiforme clarividencia en un plenilunio
de nostalgia.
Somos seres errantes destinados a morir en cenizas de amor,
Enredados en la justiciera verdad de nuestros caminos unidos
hasta el alba.
José Patricio Chamorro.
Copiapó, 23 de junio del 2023.
PD: A Moisés, el hombre que despertó en mí volver a creer en
el amor.
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