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Breves-notas existenciales nº 5.


Hoy amaneció temprano, quizás es la frase ideal para empezar un día y, efectivamente, así creo que es, pues me he dado cuenta que con las personas que a veces se comparte, es claro que en varias ocasiones, cada uno vela por sus propios objetivos y medios, primando ante todo el individualismo, la salvaguarda de su propia vida e intereses, olvidándonos muchas veces de los sueños de aquel otro distinto de mí. Por otra parte, me ha tocado apreciar en carne propia las desigualdades sociales, pues hoy visité otro mall en un sector periférico de Santiago y, a claras luces uno nota la diferencia, son falsas ilusiones y expectativas, las tiendas de vestir cambian, la ropa que seleccionan para vendérsela a la gente es diametralmente opuesta a la que venden en sectores más altos de la sociedad. A su vez la música ambiental es distinta, lo que da cuenta de los gustos, al mismo tiempo, el tipo de gente que frecuenta estos lugares posee una cultura muy limitada, no basta ser lingüista para percatarse de ello. En fin, éste es otro día más para hablar de las desigualdades de Chile. Han transcurrido unos minutos y ¿qué observo? Un apagón de luz generalizado en el mall, gente histérica gritando, malos olores. Sí, en el mall no todo entra por la vista y el sonido, sino que también por el olfato.

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