La tranquilidad de la noche erotiza mis
sentidos
Tomo un café de media noche mientras te deseo
Mientras penetro en tu piel que me supo a
caricias de ayeres idos
Hoy me abrazan en el silencio erótico de una fragilidad
afrodisíaca
Besos tutelares que nos dimos en el reverso de
nuestros cuerpos
En las vértebras caleidoscópicas de manos húmedas
En el acto palmatorio virginal de nuestros
cuerpos
Cuando nos abrimos a las puertas del deseo prófugo
A los instantes trastocados, a las pasiones
ultrajadas
Esa noche que nos reconocimos en nuestros
labios ya marchitos.
Comentarios
Publicar un comentario