El lugar de la inspiración puede ser cualquiera, pero exige como el nombre lo dice, un espacio abierto, donde se pueda respirar libremente, para dar rienda suelta a la imaginación y los pensamientos, para que la escritura se desborde, los matices surjan, la vida fluya y las emociones se encuentren, inspirarse es un proceso de cambios, de ires y venires, de resurgimientos espontáneos, de escrituras permanentes, de vivir en el arte y para el arte, por el arte. Es dar y entregar la vida misma por una pasión, por ver la obra de arte al fin terminada, la que se veía lejana y sólo en el pensamiento, que cuando cobra vida, revitaliza el tiempo, conquista al pensador y exalta los sentidos adormecidos para que se plasme en ellos lo sublime, la obra del arte, el trabajo del artista como el placer del creador.
En el presente trabajo, se pretende realizar un análisis comparativo entre las obras literarias Macbeth, cuya tragedia pertenece a Shakespeare y, Macbett, referente al teatro del absurdo de Ionesco, que es una parodia de la obra creada por el primer autor. Sin embargo, cabe destacar, que me centraré fundamentalmente en las características intrínsecas de las obras, más que en el contexto de producción, puesto que el presente, se aboca al establecimiento de una analogía entre el personaje “Lady Macbeth”/“Lady Macbett”, de quien referiré rasgos de índole psicológica, por ende también se hará alusión a sus pasiones y motivaciones, cuya incidencia en el desarrollo de las obras, es de suma relevancia, destacando ciertos atisbos de transgresión que se cometen en ella, en relación al orden natural de los hechos y, del mismo modo, las transgresiones de género que nos presenta este personaje. En primer término, efectuaré un análisis de los parlamentos que Lady Macbeth, enuncia en la obra
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