Ir al contenido principal

Evaluación crítica de funciones docentes. basados en supuestos teóricos y metodológicos a lo largo del tiempo.

 

Magister en Docencia para la Educación Superior

 

Evaluación crítica de funciones docentes.

 

basados en supuestos teóricos y metodológicos a lo largo del tiempo.

 

 

 

José Chamorro, Paz Llancaqueo, Gary Sánchez, Pilar Ulloa.

Magistrandos en Docencia para la Educación Superior

Universidad Gabriela Mistral, Chile.

introducción.

El aprendizaje es un proceso complejo y dinámico, que implica un cambio que se genera a través de la adquisición de nuevos conocimientos prácticos y teóricos, sin embargo, a lo largo de la historia de la humanidad, que nos remonta, por ejemplo, a nuestros padres culturales, es decir, la cultura griega, con filósofos como Platón y Aristóteles, han surgido múltiples visiones acerca de los fundamentos teóricos que buscan explicar dicho proceso que las más de las veces inclusive difieren entre los autores que se adscriben a una misma corriente de pensamiento. Pese a lo anterior, una propiedad relevante del aprendizaje es su carácter inferencial: “es decir, no lo observamos directamente, sino el producto o comportamiento. Observamos el aprendizaje en las expresiones verbales, los escritos y la conducta de la gente” (Leiva, 2005, p. 67). En otras palabras es posible evidenciar un aprendizaje a través de un cambio conductual, ya sea a nivel actitudinal, del pensamiento o en las acciones que realizamos, en contraste con un estado anterior donde es posible constatar un cambio significativo o no en lo que respecta a un logro esperado, por lo general como una convención social, que de un hecho particular se puede llegar a dilucidar que preexiste un cambio más profundo que es producto de múltiples interacciones de carácter cognitivo, motor, lingüístico, entre otros, que llamamos aprendizaje.

Dado lo anterior, el presente trabajo se centra particularmente en una revisión de las principales corrientes psicológicas del aprendizaje, sus características, tales como rol del docente y del estudiante y fundamentos teóricos, desde el origen del siglo XX con el Conductismo; al respecto: “En esta corriente de tipo pasivo, el sujeto permitía la entrada de información del mundo exterior, se oponía al abuso de la introspección y los métodos subjetivistas que se usaban en los seres humanos durante la primera mitad del siglo XX” (Leiva, 2005, p. 68). A partir de la descripción que precede, se puede apreciar que, desde la perspectiva del aprendizaje en educación, el estudiante tendrá un rol más bien de carácter receptivo de la información, respondiendo más bien a estímulos exteriores como una suerte de tabula rasa que debe ser llenada de contenidos, dejando de lado los aspectos emocionales y de carácter introspectivo, predominando así un aprendizaje memorístico y reproductivo, cuyo principal rol protagónico recaía en el docente como fuente suministradora de aquel conocimiento. Cabe, por lo tanto, destacar que entre sus principales postulados resaltan que: “Se aprende asociando estímulos con respuestas. El aprendizaje está en función del entorno. El aprendizaje no es duradero, necesita ser reforzado. El aprendizaje es memorístico, repetitivo y mecánico y responde a estímulos” (Leiva, 2005, p. 68).

Un segundo modelo teórico lo constituyen las teorías del procesamiento de la información “Como disciplina científica, contrario al conductismo se centra en los procesos cognoscitivos y ha recibido la influencia de los avances en las comunicaciones y de la tecnología de la informática” (Leiva, 2005, p. 70). Dadas sus características conformará el paradigma predominante en lo concerniente a la Psicología Cognitivista, diferenciándose del modelo anterior en que sí considerará las características individuales de los sujetos respecto a sus pensamientos y sentimientos, buscando comprender la psicología de la mente humana con su correspondiente asociación de la metáfora del ordenador, es decir, comprendiendo a la mente como un gran procesador de información, siendo la memoria la forma de procesamiento básica de la información y considerando a su vez un rol más activo del sujeto que aprende e interactúa con la información. En esta línea, algunos de los principales aportes que destacan de la concepción del procesamiento de la información es posible encontrar: “La existencia y el funcionamiento de la memoria. La intencionalidad de los estados mentales. La subjetividad de los estados mentales. La existencia de una causación mental” (Leiva, 2005, p. 71).

 

 

La Psicología Cognitivista a medida que avanzaba desde el procesamiento de la información a nivel sintáctico hacia un interés mayor por el significado o aspectos relativos a la semántica, hubo una evolución igualmente hacia un constructivismo del aprendizaje: “Además, asumen una posición constructivista en la que el sujeto posee una organización interna propia. En función de ella, el sujeto crea e internaliza la realidad, proyectando sobre esta los significados que va construyendo” (Leiva, 2005, p. 72). Por lo tanto, se apreciará un carácter más activo del sujeto conocedor, puesto que es capaz de transformar la realidad desde su mundo interior, interactuando con ella y no siendo así un mero receptor pasivo. Lo anterior se debe fundamentalmente a las teorías de carácter organicista que ven fundamentalmente al sujeto que aprende como un ser vivo y no una máquina: “En la teoría organicista, la actividad es inherente al sistema. El sistema no es solo un mecanismo, es ante todo un ser vivo, un organismo. Los organismos, por su propia naturaleza, son mecanismos cambiantes y sobre todo deciden qué rumbo seguir” (Leiva, 2005, p. 72).

En tercer lugar, nos referiremos a la teoría del Aprendizaje significativo, planteada por David Ausubel en los años 1963 – 1968, basándose en algunos de los postulados de los aspectos cognitivos de la teoría de Piaget: “El aprendizaje significativo, se refiere a que el proceso de construcción de significados es el elemento central del proceso de enseñanza-aprendizaje. El alumno aprende un contenido cualquiera cuando es capaz de atribuirle un significado” (Romero, 2009, p. 2). Lo que conlleva un aprendizaje activo-participativo de parte del estudiante que requiere un interés o motivación, así como el anclaje necesario para establecer conexiones significativas entre aquello que ya conoce o que ha aprendido previamente con aquellos nuevos conocimientos o aprendizajes.

Finalmente, un aspecto crucial de la teoría del Aprendizaje significativo, que radica en el aprendizaje construido junto a otros de manera colaborativa, será uno de los motores y base del Constructivismo: “Conviene distinguir lo que el alumno es capaz de aprender por sí solo y lo que es capaz de aprender y hacer en contacto con otras personas, observándolas, imitándolas, atendiendo a sus explicaciones, siguiendo sus instrucciones o colaborando con ellas” (Romero, 2009, p. 2). Así, con todo, este último pone especial énfasis también en el rol activo del estudiante considerando al docente como un guía y co-constructor de los aprendizajes: “El constructivismo es un término que se refiere a la idea de que las personas construyen ideas sobre el funcionamiento del mundo y, pedagógicamente construyen sus aprendizajes activamente, creando nuevas ideas o conceptos basados en conocimientos presentes y pasados” (Romero, 2009, p. 4). En suma, el informe dará cuenta de cómo cada una de las teorías que han surgido en relación con el aprendizaje no se han constituido aisladamente, por el contrario, se han propiciado, dialogado y construido, ya sea por oposición de ideas o, desde los postulados de las teorías que les antecedieron.

i.         Representación gráfica.

 

 

 

 

 

Breve descripción de la representación gráfica.

Como se observa en la representación gráfica, la adquisición del conocimiento es diversa, y para explicarse aquello, distintos autores han creado algunas Teorías de aprendizaje, entre las que encontramos:

(a) La Teoría Conductista, cuyos principales exponentes son: Del condicionamiento Clásico: Jhon B. Watson, Iván P. Pavlov; Del Condicionamiento Operante: Burruhs F. Skinner, Edward L. Thorndike.

(b) La teoría Cognitivista, cuyos principales exponentes son: Del desarrollo intelectual por etapas: Jean Piaget; Del Aprendizaje por descubrimiento: Jerome Bruner; De los Niveles de Aprendizaje: Robert Gagné; De las Inteligencias Múltiples: Howard Gardner; Del Desarrollo cognitivo social: Lev Vygotsky y de la La sociedad moldea el desarrollo del humano: Erick Erickson.

(c)  Aprendizaje Significativo, cuyo principal exponente es  David Ausubel, creador de la teoría entre los años 1963 y 1968.

(d)  Teoría Constructivista, autores entre los que destacan: Piaget (1952), Vygotsky (1978), Ausubel (1963), Bruner (1960), aún cuando ninguno de ellos se denominó como constructivista sus ideas y propuestas ilustraron las ideas de esta corriente.

De estas cuatro teorías se desprende diferentes enfoques como son:

(a) Condicionamiento del aprendizaje.

(b) La forma de procesar el aprendizaje.

(c) El proceso de construcción de significados como elemento central del proceso de enseñanza-aprendizaje.

(d) Las formas en cómo se interioriza el aprendizaje, a través de la construcción de ideas sobre el funcionamiento del mundo y en específico,  pedagógicamente cómo se construye el aprendizaje, respectivamente.

Asimismo, dentro de las principales características de las teorías podemos indicar que:

(a) Teoría conductista considera que el aprendizaje es un proceso observable de conducta, que se aprende mediante vínculo estímulo-respuesta, que este debe ser reforzado, ya que no es duradero.

(b) En cuanto a la teoría Cognitivista,  presenta como principales características, que el aprendizaje es la adquisición de conocimientos recibidos por las percepciones de cada individuo influidas por sus motivaciones y reconoce la importancia de cómo las personas organizan, filtran, codifican, categorizan, y evalúan la información.

(c) Las características principales del enfoque significativo en cambio, son: El aprendizaje depende de la estructura cognitiva previa de cada persona, ya que el conocimiento nuevo se incorpora a experiencias previas y estructuras mentales propias. El aprendizaje significativo en tanto se desarrolla a partir de dos ejes elementales: la actividad  constructiva y la interacción con los otros; y establecer relaciones entre el nuevo contenido y sus esquemas de conocimiento. Una relevancia mayor cobra el contenido, puesto que este  debe ser potencialmente significativo, cuya tarea recae principalmente en el docente.

(d) La teoría constructivista, destaca por poseer las siguientes características: El aprendizaje es activo por esencia y es un proceso subjetivo que cada persona modifica según sus experiencias.

Los roles de los docentes y los estudiantes:

(a) Podemos destacar que la teoría Conductista, considera que el estudiante aprende por estímulos para lograr moldear su conducta académica deseable. En tanto que el docente programa y controla el aprendizaje, también evalúa y establece los refuerzos positivos y negativos.

(b) Los roles en las teoría Cognitivista señalan que el estudiante en un sujeto activo, procesador de información, que posee competencia cognitiva para aprender y solucionar problemas; en tanto que el profesor debe confeccionar y organizar las experiencias didácticas para lograr aprendizajes significativos.

(c) Distinto es lo que sucede en la Teoría del Aprendizaje Significativo, el alumno debe poseer los conocimientos previos adecuados para acceder al nuevo conocimiento y tener actitud favorable al aprendizaje. En tanto que es tarea del maestro hacer que el nuevo conocimiento sea potencialmente significativo para la estructura cognoscitiva, por ello debe enseñar en base a lo que el alumno ya sabe y no volver la incorporación de conocimiento como un elemento arbitrario. Asimismo el docente tiene el rol de conocer la organización de la estructura cognitiva del estudiante, para una mejor orientación de la labor educativa y tener habilidades para despertar e incrementar la motivación del estudiante, siendo un guía y mediador del aprendizaje.

(d) Por último, los roles de estudiantes y docente en la Teoría Constructivista son: Los alumnos son responsables de sus propios aprendizajes, son quienes construyen, enriquecen, modifican, diversifican y coordinan sus esquemas; son los  verdaderos artífices del proceso de aprendizaje. El profesor en su rol debe partir de las características del sujeto y adaptar a ella la selección y secuenciación de contenidos tanto conceptuales como de valores, actitudes, destrezas y estrategias de conocimiento.  El profesor además debe crear condiciones favorables para el aprendizaje.

Por último es importante señalar que de ambos depende la construcción del conocimiento, ya que esta debe ser construida de manera interpersonal, y esto se refiere tanto a la interacción profesor-alumno, como a la interacción alumno-alumno.

 

ii.       Conclusiones

La presente investigación propuso la búsqueda de un análisis más profundo respecto a las teorías de aprendizaje, sus enfoques, características y exponentes. Es por ello que fue necesario visualizar la construcción paradigmática de sus elementos educativos en donde los estudiantes tienen la capacidad de aprender a través de conductas significativas dependiendo del escenario y el ambiente, tal como lo menciona Yolanda Heredia:

No solamente las personas tienen la capacidad de aprender sino todos los seres vivos que se adaptan y ajustan sus conductas al medio. Esta universalidad del aprendizaje lo convierte en un fenómeno que merece una gran atención ya que en la medida en que se pueda explicar el proceso de aprender, en esa medida será posible diseñar mejores escenarios o ambientes de aprendizaje, sean estos formales o informales. De ahí que se haya dedicado tanto tiempo y esfuerzo a entender de qué manera y en qué condiciones se producen estos cambios y que por ello se hayan ya establecido teorías completas para su explicación (Heredia, 2013, p. 7).

Es por ello que estas conclusiones se basan en el análisis de los diferentes tipos de teorías en donde debemos enfatizar la forma de procesamiento del aprendizaje. Estos procesos señalados y sus corrientes dejan como resultado que el aprendizaje necesita ser estimulado con diversos factores en la adquisición, tales como habilidades, estrategias y conductas.  Entonces, podemos concluir que el aprendizaje posee múltiples variables para ser llevado a cabo como proceso cognitivo. Sin embargo, cabe señalar que no serán las teorías en sí mismas las que nos permitirán generar más o menos aprendizaje, sino más bien la capacidad respecto a la toma de decisiones del docente a la hora de aplicar una o la otra, según las características del curso, las temáticas a abordar, así como los intereses y grado de desarrollo de los y las estudiantes.

 

A claras luces, no será lo mismo enseñar las tablas de multiplicar que la gestión de las emociones, por ejemplo, podría resultar más pertinente aplicar los principios de la teoría conductista en la primera; mientras que para el segundo caso se podría emplear un aprendizaje de carácter más significativo o constructivista desde el punto de vista de un aprendizaje colaborativo.  Dado lo anterior, si el saber requiere ser la base de la construcción de nuevos conocimientos o aprendizajes, tales como el aprendizaje de las tablas para la resolución de problemas de mayor complejidad se vuelve necesario apelar a los postulados del aprendizaje significativo o las teorías constructivistas.

 

No debemos olvidar que si no se realiza un adecuado anclaje y un aprendizaje contextualizado, se producirá un aprendizaje probablemente del tipo memorístico, aislado de una red conceptual significativa y, por lo tanto, no se producirá una aprendizaje o conducta perdurable, puesto que debemos decidir de acuerdo a la situación, contenido, características del estudiante, etc., todo acorde a la situación de aprendizaje.

 

Aunque, sin lugar a dudas, de todas las teorías expuestas, se debe rescatar que tanto aprendices como maestros nos necesitamos mutuamente para el logro del aprendizaje y se espera, por cierto que el aprendizaje quede a disposición del estudiante para siempre, como lo señala el aprendizaje significativo.

 

Por último, cabe señalar que la construcción colectiva del aprendizaje, como lo señalan las teorías, es una ventaja a la hora de construir reflexiones y documentos como éstos, en los que la experiencias y conocimientos previos, e incluso las formas de interpretar la naturaleza del proceso de enseñanza y aprendizaje de otros y otras, nos ha permitido potenciar lo aprendido y completarnos en el logro de las metas propuestas por la docente y por el módulo Rol del Docente. Hoy más que nunca, se requiere de la conformación de comunidades de aprendizaje para el éxito de los resultados que obtendrán tanto los estudiantes, como la experiencias que viviremos los docentes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

iii.     Referencias bibliográficas

Leiva, C. (2005). Conductismo, cognitivismo y aprendizaje. Revista Tecnología En Marcha, 18(1), 66 – 73. Recuperado el 20 de mayo del 2023 a partir de https://revistas.tec.ac.cr/index.php/tec_marcha/article/view/442.

Romero, F. (2009). APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO Y CONSTRUCTIVISMO. Revista digital para profesionales de la enseñanza “Temas para la Educación”, (3), 1 - 8.

Juarez, p. (s.f.). Teorias del Aprendizaje. Repositorio Universidad Católica de los Ángeles de Chimbote. Recuperado el 20 de mayo de 2023, de http://files.uladech.edu.pe/docente/00238615/ESTRATEGIAS_DE_PROMOCION_DE_LA_SALUD/SESION_04/TEORIAS_DEL_APRENDIZAJE.pdf

Heredia, Y. (2013). Teorías del aprendizaje en un contexto educativo. Monterrey. Editorial digital Monterrey, México. http://prod77ms.itesm.mx/podcast/EDTM/P231.pdf

Comentarios

Entradas populares de este blog

"La Hormiga", Marco Denevi (1969).

A lo largo de la historia nos encontramos con diversas sociedades, cada una de ellas con rasgos distintivos, de este modo distinguimos unas más tolerantes y otras más represivas. No obstante, si realizamos un mayor escrutinio, lograremos atisbar que en su conjunto poseen patrones en común, los cuales se han ido reiterando una y otra vez en una relación de causalidad cíclica, que no es más que los antecedentes y causas que culminan en acontecimientos radicales y revolucionarios para la época, los que innumerables veces marcan un hito indeleble en la historia. Lo anteriormente señalado ha sido un tema recurrente en la Literatura universal, cuyos autores debido al contexto histórico en el cual les ha tocado vivir, se han visto motivados por tales situaciones y han decidido plasmar en la retórica sus ideales liberales y visión en torno a aquella realidad que se les tornaba adversa. Un ejemplo de ello es el microrrelato “La Hormiga”, cuyo autor es Marco Denevi, del cual han surgido

Ensayo, “Los chicos del coro, una película que cambiará nuestra mirada hacia la pedagogía”.

En la película, los chicos del coro, vemos una realidad de un internado ambientado en la Francia de 1949, bajo el contexto de la posguerra. Esta institución se caracteriza por recibir a estudiantes huérfanos y con mala conducta, que han vivido situaciones complejas en términos de relaciones interpersonales, pues muchos de ellos han sido abandonados o expulsados de otras instituciones. Con el fin de reformarlos el director del internado Fond de I’ Etang (Fondo del estanque), aplica sistemas conductistas de educación, sancionadores y represores como encerrarlos en el “calabozo”, una especie de celda aislada cuando se exceden en su comportamiento. Sin embargo, la historia toma un vuelco con la llegada de Clément Mathieu, músico que se desempeña como docente y quién aplicará métodos no ortodoxos en su enseñanza los que progresivamente irán dando resultados positivos en los chicos.                 Respecto a las temáticas que se abordan en la película, por un lado resaltan los a

La Celestina, análisis de sus personajes y contexto.

Primero que todo, cabe mencionar que la mentada obra Celestina, ha sido considerada por la crítica como una de las obras cumbres de la literatura española, la que no recibe su denominación que ha perdurado hasta nuestros días, sino hacia el siglo XVI, puesto que precedentemente había recibido diversas designaciones, siendo la primera de ellas: “La comedia de Calisto y Melibea” y, posteriormente la de “Tragicomedia de Calisto y Melibea”, que más allá de la denominación, se ha diferenciado por los actos que presenta, 16 y 21 respectivamente, los que distinguirían sus matices de comedia y tragedia. Tras dar cuenta del panorama general, lo subsiguiente será un estudio centrado en los personajes principales de la obra y la referencia a la complejidad y variedad de caracteres, que en contraposición a lo que se venía gestando en la literatura medieval y antigua, ya no serán meros tipos, sino que habrá una marcada profundización, si bien no precisamente en la psicología de los personajes,