La tarde avanza, crepusculece, a paso lento andan y desandan las horas Sigilosamente anochece, ¡cuidado!, alguien se acerca, sisea Risas se desvanecen en el bosque, lo que parecía muerto reverdece Se distinguen luces a la distancia, colores que se evaporan Un sombrero se entrechoca con mis párpados, una silueta reaparece Risas ahogadas, eclipsadas por la luna, un arlequín de múltiples colores Rojo, rosa, verde, azul y gris pardo pestañean al unísono No es un arlequín cualquiera, es la sombra de la muerte Hoy no es mi hora, el mañana está muy lejano Sé a quién busca, pero ella ya no está conmigo, se ha ido Me abandonó hacía unas horas, era mi amante nocturna La mujer que me desvelaba, que me acariciaba y me mimaba Ella ya no está conmigo, se ha ido, ella ya no está conmigo, se ha ido Arlequín de la muerte, sé a quién andas buscando, llévame contigo Sin ella, mi vida ya no tiene sentido, dile que la amé y la sigo amando Hoy me entregaré por ella, mi cor
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.