La lluvia trae un grito desterrado Su mirada es mi tristeza infinita Nostalgia es la esperanza olvidada El sentimiento, soberbia Melancolía, herrumbre, podredumbre El pensamiento es sonoridad. El amor, un arma afilada Encrucijadas, abismos, placeres Inconsistencia de un murmullo silencioso Consciencia es el velo ausente. Incomprensión, audaz soledad Horas fraguadas en miseria humana Visión profética de nuevos tiempos La poesía será el canto del mañana Tu canto, el eco de la memoria. Nuestro canto anunciará el otoño La verdad de las pasiones cotidianas Locura es la razón en tus manos Huella de nuestro andar En las misteriosas tierras de la muerte.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.