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Mostrando entradas de 2009

¿Dónde están los recuerdos?

¿Dónde están los re-cuerdos?, ¿Dónde ha quedado la esencia de mi existencia? Quiero volver a sentir, quiero volver a amar No quiero olvidar mi pasado, quiero encontrar mi verdadero yo Sin olvidar la inocencia de aquel niño que su u-topía vivió Quiero re-encontrar mi alegría, pretendo ser libre Y alcanzar el ideal de  ARMONÍA No quiero vivir en la amargura, sólo aventurarme en esta vida, que es tan sólo una. Nostalgia, cruel y des-piadada como tú no hay ninguna Eres capaz de invadirnos y clavar con afilado brío nuestro corazón con tu espada No dejaré que domines mi existir, relegada estarás como un animal abyecto No dejaré me sumerjas en estados de sopor e in-fortunio alguno Nostalgia, te aborrezco ¿Cómo vivir sin decaer en tu manto de penumbras? Nostalgia, tú que entristeces el alma con la aflicción de tu tormento                         No te olvides de este profeta sediento de recuerdos y anhelos.                                     

Flor de otoño (Extracto)

Martes 25 de abril Hoy me ha sucedido un hecho muy especial, tanto así que sólo evocarlo me hace sentir aquellas fragancias aterciopeladas de una chica que a su vez era todo un misterio. No lo digo sin fundamento, puesto que bastaba sólo contemplar su andar grácil y apacible para saber que era una chica poco común, quizás incluso un ángel caído del cielo y por qué no decirlo, una diosa en su esplendor eterno. Han pasado tres años desde que la conocí, jamás olvidaré el nombre de aquella flor que inundó mi vida de esperanza, pero que el destino implacable se encargó de apartar, son innumerables los sentimientos que viví en su búsqueda, se tornan perennes los recuerdos del instante que la vislumbré. Fue en una época como ésta donde percibí los vestigios del amor, una felicidad inocente me embargó en aquel período, el que a su vez estuvo marcado por la ruptura, la que inevitablemente me llevó a la nostalgia; una desavenencia de la vida, que se produciría después de una incesante bús

La Posmodernidad, un contraste con lo Moderno Y afín al Progreso Social.

En primer lugar, antes de adentrarnos en una visión crítica de la Posmodernidad, es preciso señalar que ésta se concibe en contraposición a lo que se conoce como época Moderna. Entendiéndose esta última como el gran proyecto humano cuyos orígenes históricos se remontan al siglo XVIII —el Siglo de las Luces—. Se caracteriza como una gran revolución ideológica en contra de los poderes teocráticos, que sustituye las creencias religiosas como método para explicar el mundo por el análisis y la razón. Se acompaña de un optimismo y una fe ilimitados en que el progreso científico e industrial traería abundancia de bienestar para las sociedades humanas. Se inician en esa época los grandes movimientos ideológicos de la M. cuyo común denominador era la construcción de Modelos sociales, políticos y económicos que hicieran posible la confluencia de lo bueno, lo bello y lo justo. [1] En torno a lo señalado con prelación, cabe destacar que fue un período marcado por fuertes revoluciones, la

Facultades Visionarias

Una de las numerosas facultades de quien siente en el alma todo cuanto le rodea, es poder entregarse en absoluta entereza a sus emociones, permitirse dar rienda suelta a un estado anímico determinado, que a posteriori se manifiesta en variados sentimientos entremezclados, que desencadenan en un amplio espectro del clímax emocional, te permite vivir el amor al límite, te libera de la tristeza, de la congoja, del estigma social, de la soledad, te prodiga libertad y más aún, te otorga una visión disímil de la realidad, te tornas crítico, comienzas a cuestionarte y a replantearte verdades que para algunos parecen absolutas, entiendes que la vida no es tan utópica como pensabas, que las personas continuamente usan caretas para cada situación y aparentan ser lo que no son. Además te percatas de por qué cada persona reacciona de tal modo o qué la motivó a reaccionar así; a la vez todo ello se conjuga y puede ocasionar en tu ser sentimientos de impotencia, puesto que anhela

VIII Encuentro Nacional de Jóvenes Investigadores Humanistas.

El humanismo como ideología, sustenta sus bases en el desarrollo integral del ser humano, lo que implica que éste desarrolle sistemática y metódicamente su autonomía en el conocimiento, que sea capaz de cuestionar su entorno y contexto, conociendo con ello los modelos que lo precedieron. Es así que esta forma de pensamiento manifiesta un gran interés por querer progresar y potenciar al máximo las capacidades del ser humano, entender de este modo que es un ser racional y, como tal, es capaz de buscar su propia verdad, a través de la adquisición de conocimientos en los más diversos ámbitos del saber. Los preceptos del humanismo, pese al transitar del tiempo no se han perdido, más aun éstos han sido reconquistados desde una óptica diferente. Desde esta perspectiva cabe preguntarse, ¿qué entendemos en la actualidad como humanismo? La respuesta a ella la podemos encontrar en la educación, muchas veces ésta ha sido atisbada como una mera enseñanza y adquisición de conocimien

"El viejo poeta"

Querida Amalia: Amor de mis amores, cantar de mis cantares. ¿Te has olvidado de mí?, ¿Acaso el tiempo inexorable ha posado sus brazos en el manto de tus sueños? Amor que embriagas mi alma con tus besos, que suspiras jadeante ante el copular de nuestros cuerpos y dormitas en mi lecho como la musa que me arrebató el tiempo y que acalló la tempestad impetuosa que arrebolaba mi alma. Diosa griega que desde tu trono desciendes noche tras noche en compañía de mi soledad, ¿Por qué ya tu manto celestial que cobijaba mi heredad, se ha marchitado estertóreo hasta culminar en un agreste pétalo de rosa en triste tremolar? , ¿Por qué me has dejado como niño desamparado, cuya cadencia amorosa me has de privar? Amada mía te necesito, mi vida no posee sentido si no es junto a ti, las noches se tornan eternas cuando te alejas de mí. No rehuyas mis caricias, no apartes tu mirada, sólo quiero contemplar tu silueta, entregarme en absoluta entereza a nuestro

"El Laberinto y la Tómbola giratoria".

Mirar el río hecho de tiempo y agua y recordar que el tiempo es otro río, saber que nos perdemos como el río y que los rostros pasan como el agua. Extracto de “Arte poético”, Jorge Luis Borges . El tiempo es una parte de la vida, es el pilar que la rige pero que no la domina, pero cabe preguntarse ¿Qué sería la vida sin el tiempo?, ¿Qué sería el tiempo sin los recuerdos? La vida es un torrente de sucesos, los que van adquiriendo tonalidades y matices distintos según la importancia que les otorguemos, aunque el paso del tiempo los va delineando hasta convertirlos en simples atisbos de un pasado lejano y que muchas veces añoramos. Con el pasar de la vida y de los años comenzamos a rememorar a aquellas personas que fueron fundamentales en nuestra vida, aquéllas que influyeron fuertemente en nosotros, que compartieron sus alegrías, sus tristezas, sus sueños, sus esperanzas, nuestros tinos y desaciertos. A medida que el tiempo avanza vamos comprendiendo nuestro peregri

Cuestionamientos Existenciales.

¿Qué es la vida?, ¿para qué vivimos?, ¿por qué la muerte nos acecha?, ¿por qué es tan efímera la existencia? Alguno o quizás todos estos planteamientos más de alguna vez nos han hecho reflexionar e intentar dar alguna respuesta, ya sean unas más acertadas que otras, pero aún así, no hemos podido llegar a una contestación ante tales interrogantes que sea certera, y aunque lleguemos a alguna que sea muy probable, no tendremos la certeza de que así sea. A lo largo de la historia de la humanidad muchos han sido los que han querido responder a estos cuestionamientos universales, desde eminentes filósofos, eruditos hasta personas tan comunes como tú y como yo. Si bien existen un sinnúmero de teorías, las que no dejan de ser más que eso, todas o al menos la gran mayoría de ellas han consensuado en que nuestra vida no es casualidad, ya sea desde una postura científica o aquella en la que se cree en un ser supremo forjador de nuestra vida y aunque se sea occidental u oriental, sin importar ra

En búsqueda de mi propia verdad, una verdad arcana.

Primero que todo, quiero señalar que esta reflexión surgió al igual que tantas otras que he tenido, vale decir, sin premeditación alguna, pero que de uno u otro modo me venían rondando en mi subconsciente hace un tiempo atrás. Quizás no quería percatarme de ellas o quería eludirlas, puesto que en lo personal considero que es un tema complejo, sobre todo cuando se trata de las vivencias personales. No obstante, he decidido poner de manifiesto algunas de las premisas a las cuales he llegado, producto de mis cavilaciones diarias o momentos de okio. Cabe señalar también que gran parte del interés que suscitó en mí este tema, es mi mundo interior, aquel fluir de la conciencia que en nuestro estado de vigilia innumerables veces pasa desapercibido, pero que cuando permanecemos en plena sintonía con nuestro inconsciente, es decir, en nuestros sueños, se nos presenta más amena, tangible e incluso cautivadora. Si bien el mundo onírico es acogedor, sobre todo cuando resalta subrepticio