viernes, 30 de diciembre de 2011

La academia.



            
Era un día cotidiano en Santiago de Chile, la gente se levantaba para ir a sus trabajos, daban las 6, 7 y 8 de la madrugada, las personas corrían de un lado hacia otro casi desorbitadas, subían y bajaban escaleras en el metro, se empujaban unas a otras y quedaban finalmente sumergidas en un cansancio general, apretujadas en apenas un metro cuadrado, topándose en ese cubículo con motor que es el metro. Así transcurrían las horas, monótonas rutinas muchas veces, asaltos a la orden del día, continuos gritos, accidentes, explotaciones laborales, sociales y así seguían cada vez más y no paraban, era un circulo vicioso que se prolongaba las 24 horas del día, por los 365 días del año. Sin embargo, la academia, la universidad, eran otra cosa, ahí la vida fluía distendidamente, las horas pasaban más lentas, habían espacios para las conversaciones, estudios y discusiones profundas, se hablaba de política, de cambios sociales, se gestaban ideas innovadoras en torno al conocimiento, se establecían nuevas relaciones, compañerismo, amoríos que se iniciaban en los pastos, en las salas de clases, en los pasillos, el amor invadía todo el campus.

            Se entraba de madrugada y se salía muchas veces en las vísperas de la noche, muchos éramos los que tomábamos esos intensos cafés de máquina para acompañar nuestro estudio, algunos preferían el mate, que hasta cierto punto en nuestra cultura se había incorporado desde nuestros abuelos, claramente, vinculado siempre a la tradición trasandina. Por otro lado, algunos preferían salirse por la tangente de la línea académica y optaban por jugar fútbol, tacataca, incursionar en el canto y la guitarra, otros en cambio, preferían la poesía y buscaban instancias en las cuales poder mostrar su arte y compartirlo, donde se fraguaban los más diversos estilos, decadentismo, romanticismo, postmodernismo, en fin, había poesía y literatura para todos los gustos.

            La vida en la academia siempre me hacía pensar en sus orígenes, en la tumultuosa y batahólica polis ateniense, donde la filosofía tuvo su auge y pasaron las más brillantes mentes de aquellos tiempos, no obstante, era idealizar demasiado, pues si bien se producían discusiones de alto nivel, los tiempos habían cambiado, había que repensar la realidad de nuestro país, entender ese agitado siglo XXI aquí en el fin del mundo. Incluso a veces sentía que se vivían dos mundos paralelos, el de la cultura centrada y guardada en esas extensas bibliotecas, en esas interminables horas de estudio, pero que al salir a la calle, sólo unas cuadras más allá de la academia, te enfrentabas al consumismo, al hedonismo, al absurdo, al decadentismo. Pero dentro de todo, aún guardaba esperanzas de que aquello pudiese cambiar, que la realidad social que se vivía en nuestro tiempo, la pobreza, las desigualdades económicas, la injusticia político-social, la discriminación hacia nuestras propias raíces, acabara de una vez para siempre, pero al parecer aquello seguiría siendo una utopía. Por eso cuando salí aquella tarde de la academia, rumbo a tomar la micro, al ver a esas personas en el paradero, un día antes del año nuevo, pensé –el Apocalipsis no llegará mañana, en el 2012, ni a lo largo de éste, sino que lo estamos viviendo.-

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Síntesis trabajo literatura general I (Clásica-antigua), sobre estudios griegos. (PRE-grado.)




En líneas generales, cabe destacar que se referirá la trascendencia de la polis, surgida como institución democrática en el período clásico de la Grecia antigua, siglo V a.c, donde instituciones sociales como el oikos, quedarán subordinadas a ésta, comportándose ambas de un modo complementario. Por otro lado, en el discurso fúnebre de Pericles dirigido al pueblo ateniense, se perciben las características definitorias de esta polis, cuyo carácter o régimen es democrático, generándose tanto en el ámbito público como privado, un régimen isonómico, es decir, de igualdad ante la ley y, sobretodo, que no depende del poder (kratos), de unos pocos, sino de la mayoría, del pueblo (demos.)

También es menester considerar que el compromiso alcanzado con la polis es sumamente relevante, ya que, por ejemplo, en el período micénico se consideraba a los reyes y héroes, como acreedores de una bella muerte, mientras que ahora, todo aquél que defienda en batalla a su polis, podrá alcanzar la areté guerrera, y obtener renombre y fama imperecedera, vale decir, su propia bella muerte. Por otra parte, Pericles refiere las características de superioridad que hacen de esta polis un ejemplo a seguir, tales como, la libertad de los ciudadanos, el continúo intercambio comercial con otras polis, el ser autosuficiente y las diversas actividades de esparcimiento que en ésta se desarrollan: juegos y sitios que provocan deleite, donde las tragedias adquirirán un gran valor.

En efecto, las tragedias serán un género representativo en este período, puesto que darán cuenta de las problemáticas surgidas con la institución de la polis democrática y sus contraposiciones entre leyes divinas y leyes humanas, situaciones que provocarán en los espectadores críticas a la sociedad y los cambios introducidos, elemento esencial para un mundo donde el debate contradictorio, la argumentación, la persuasión y el arte retórico centrado en la palabra, poseen un valor fundamental para alcanzar la areté política, palabra vinculada con el surgimiento de estas ciudades estado.

Desde otra perspectiva, esta manifestación, artístico-representativa, estará marcada por el acaparamiento y reunión de amplias multitudes de gente, incluso generando concursos trágicos atenienses, donde autores tan connotados como Esquilo, Sófocles y Eurípides participaron más de una vez, cuyas obras y reconocimientos se conservan aún en nuestros días.

Respecto a lo señalado por Pericles en su discurso, anuncia que aquellos que dieron su vida, cuyo valor es incalculable, por la polis, no sólo obtienen fama y gloria, sino que enaltecen su patria, su genos y oikos, donde sus hijos recibirán un sustento de por vida, pagado por su ciudad. En este compromiso con la polis, cobra gran énfasis el valor heroico y el que las próximas generaciones imiten estos actos de honor (até), y valentía. Destacando de este modo, la gallardía que surge en el momento de la guerra, ante la cual no deben temer y que por ello no se basan tanto en tácticas como en otras polis, sino que es el vigor del instante de la guerra, el que les permite triunfar.

Por lo anterior han dominado extensos territorios y subyugado a muchos pueblos y cuando éstos vencen a una de sus tropas, se jactan diciendo que vencieron a toda atenas, mientras que si pierden por una flota ínfima, aluden a que perdieron por el gran número que eran. En este punto, Pericles resalta que la educación para la guerra, no es menor que en otras polis, pese a que se dedican al cultivo de otros ámbitos como la belleza y la adquisición de sabiduría (philosophia), además de no excluir a los extranjeros, sino que los reciben de mejor modo que en cualquier otra ciudad.

Pericles finaliza señalando que cualidades como éstas hacen especial a la polis ateniense y que el compromiso que mantenemos con ella debe darse en distintos planos:

Político: Participación ciudadana, que implica estar informados sobre el acontecer público, sin descuidar el oikos propio.

Social: La superioridad social no interfiere en la ascensión al poder político, puesto que se valen más de los méritos personales que de su condición socioeconómica, ya que ni aun la pobreza es un obstáculo para hacerse partícipe como ciudadano. Pero sí lo es la ociosidad, por no superar su condición.

Tradición: A este valor hace referencia el comienzo del discurso, resaltando que el legado de la tierra, riquezas y patrimonio, se los deben a una sucesión continúa de delegados del genos, que sin su intervención no lo hubiesen logrado.

Religioso: Actividades como los ritos fúnebres, hecatombes y libaciones en honor a los dioses, establecen nuevos vínculos entre los ciudadanos y rememoran las hazañas de los guerreros caídos.

Por otra parte, el crítico Vernant señala que si bien la tragedia surge en un período determinado, clásico, es más preciso hablar de antecedentes de ésta. Por un lado nos encontramos frente a una representación sobre Solón y, por otro, con la relación con los ritos anteriores, donde se empleaban máscaras, pero con un fin ritual, en contraposición al fin estético que adquieren en las tragedias. También se le ha atribuido una relación directa con las dionisiacas, es decir, fiestas en honor a Dionisos, donde se cantaba en ditirambos. (Tesis no referida por Vernant, pero de carácter complementario).

Vernant hace alusión a 3 características fundamentales en el surgimiento de la tragedia:

1.- Género trágico: tragedia con sus características particulares.

2.- Representación trágica: Elementos visuales y cantados, que se aperciben al momento de ejecutarla.

3.- Hombre trágico: Visión más interna del individuo que indaga sobre los conflictos de éste.

Otros elementos característicos son: Conflicto trágico: Universo de la obra, donde se generan valores ambiguos ante el personaje trágico, el que a su vez se convierte en un héroe trágico: Se vincula con el carácter mítico y, por ello de la tradición de antaño y épocas predecesoras, donde habían acontecido situaciones dramáticas, ampliamente difundidas en el pueblo griego. Por ello serán conflictos que acontecen en su gran mayoría en oikos determinados.

Cabe referir también la dicotomía Coro/personaje trágico:

Coro: *Cantaba, utilizaba odas corales.
*Colectividad, valores cívicos.
*No empleaban máscaras en un principio.

Personaje trágico: *Empleaba versos principalmente, relacionados fundamentalmente a la prosa.
*Individualidad.
*Utilización de máscaras, para distinguir su faceta de héroe.

            Finalmente en cuanto a los planteamientos de Vernant, éste señala que la tragedia tuvo su auge a lo largo de un siglo y que empezó a decaer, a medida que se empezaron a crear nuevas tragedias de índole ficticia, que ya no estaban en relación directa con la tradición. Continuando con la argumentación me centraré en el análisis de la Orestíada, donde percibimos situaciones y recursos como los siguientes:

Rhesis: Discursos extensos de los personajes donde verbalizan sus posturas.

Esticomitía: Alternancia de diálogos entre personajes.

Por otra parte, esta tragedia se caracteriza por la sucesión continúa de muertes y sacrificios en el interior de un oikos, el de Atreo, donde se nos presenta como motivo central la noción de un sacrificio corrupto, representado por el asesinato que cometió Atreo, hacia sus sobrinos, la muerte de su hija Ifigenia, cometida por Agamenón, donde se le presentaban dos posibilidades: Conflicto trágico, como dice Vernant; cuyas opciones eran velar por el bien común de la colectividad (polis) o por su familia (hija) oikos, cuyas decisiones acarrearían inevitablemente consecuencias nefastas.

Otra figura conflictiva es Clitemestra, quien por un lado comete transgresiones de género, al emplear con agudeza la palabra, al utilizarla de un modo persuasivo, connotación negativa, puesto que es engañosa y el hecho de no respetar el lecho nupcial, es decir, el adulterio. Y, finalmente asesinando a su propio philoi, es decir, a su marido Agamenón. Justificándose en que éste había sacrificado a su hija, traía a una esclava, quien fue su compañera de lecho y que el mismo pueblo anhelaba su muerte, ya que en la guerra murieron muchos jóvenes en la flor de la vida.

Lo anterior, vale decir, la muerte de Agamenón, ocasionará que este oikos culmine casi en la ruina, donde los únicos philos capaz de salvarlos, eran Electra y Orestes, este último estaba expatriado. Pero cuando le estaban rindiendo las honras fúnebres a Agamenón, las que por lo demás eran corruptas; se presentó demostrando a través del ritual de la embáteusis, que implica cortarse uno de sus rizos y depositarlo en honor al muerto que estaba dispuesto a vengarlo, luchando contra los ektrós (enemigos). En ese mismo instante se presenta ante su hermana y se produce la agnición o reconocimiento, que después de varias demostraciones, Electra se convence de que era su hermano y juntos planean la venganza, mediante artilugios y engaños, acabando finalmente Oreste con los tyranos Egisto y Clitemestra, quien por el acto cometido, ya no podía ser su philos.

jueves, 22 de diciembre de 2011

La esencia de la amistad.




Las presentes, son dos cartas reflexivas, escritas hace dos años y dedicadas a su vez a dos de mis mejores amigos de adolescencia, en donde se da cuenta en parte de qué entendía por amistad en aquel entonces y en sí la esencia de ésta, que se desprenden de su escritura.


1º: Amigo Pablo: Te dedico una nota existencial en honor a tu cumple años, te estimo mucho y creo que eres uno de los pocos amigos de verdad que he podido encontrar en los intrincados caminos de esta vida, he aprendido muchas cosas de ti y espero que tú también, he aprendido a valorar cada instante que hemos compartido, tanto aquellos momentos de dicha y gozo, como aquellos otros no tan gratos. Espero que pese a los reveses del destino, nuestra amistad perdure, puesto que soy fiel partidario que una verdadera amistad es capaz de traspasar las barreras del inexorable tiempo y más aún, capaz de trascender las fronteras de la distancia. Quizás no he tenido oportunidades para decírtelo antes, pero creo que no siempre todo puede ser puesto en palabras, ya que hay cosas en esta vida que quedan mucho más plasmadas a través de los gestos y aquellos pequeños detalles, que son capaces de marcar la diferencia.

Amigo Pablo, ¿hermano tal vez? No lo sé, pero creo que si no lo somos de sangre, al menos hemos establecido un vínculo mayor, que incluso es más difícil de disolver, el cual no ha sido fácil de establecer, ya que una verdadera amistad, aquella que podríamos denominar valiosa, pero en el sentido connotativo de la palabra, es la que nos permite ser auténticos, entregarnos tal cual somos, con nuestros defectos y virtudes, a aquellas personas que son capaces de entendernos y que nos conocen a tal profundidad que basta sólo un atisbo de la mirada, para percatarse cómo nos sentimos, una amistad en esencia es un lazo que implica mucho afecto, pero por lo demás, un cúmulo de virtudes, es así que para lograrlo ser requiere ser paciente, no puedo no olvidar las escaramuzas que alguna vez tuvimos, si bien fueron en contadas circunstancias y por trivialidades, éstas coexistieron y no sólo conmigo, recuerdo el distanciamiento que como grupo de amigos tuvimos cuando dos de nuestros buenos amigos se pelearon, ambos provocaron una cierta ruptura en las relaciones, que hizo que cada uno siguiera su rumbo, pero una vez más el destino actúo de forma premeditada y esperó que maduráramos a fin de que pudiéramos perdonarnos y reafirmar nuestra amistad. Una relación requiere de respeto por el otro o los otros, como toda relación humana, pese a que veces encontremos que un amigo esté equivocado, muchas veces callamos para no ofenderlo, pero si alguna vez has encontrado que he errado en algo que he dicho o en mi forma de actuar, espero que me lo digas, ya que eso es fundamental, uno a veces necesita que le aporreen un poco y que le hagan estabilizarse, para no volar lejos, apartándose del sendero, lo que está directamente relacionado con la sinceridad.

Ya que hago alusión a las virtudes, no puede desmerecer el optimismo y la fortaleza, frente a las adversidades y cuán importante es un amigo cuando requieres de apoyo, sabes a qué me refiero, hay momentos en la vida que no tienen parangón, ahí es cuando nos damos cuenta quién o quiénes son los valiosos, ya que las dificultades que se nos presentan en la vida generalmente tienden a deprimirnos y a sumergirnos en un sopor tal que es difícil de despertar de él sin el apoyo de nuestros amigos, son las ocasiones en que creemos que nadie nos comprende, que es un dolor intangible y etéreo, que nadie es capaz de sentir, pero te equivocas, un amigo puede sentir mucho más de lo que crees, cuando tú sufres o cualquiera de mis amigos, yo también recibo mi cuota de dolor, pero sé, porque he pasado por situaciones que me han provocado un gran pesar, que todo cuanto nos acontece en esta vida, posee una finalidad y que ésta siempre será en bienestar de nosotros, aunque nos cueste creelo, por ejemplo, la muerte que es algo realmente deleznable, ya que a todos nos cuesta asumir que somos seres que sólo vivimos una transitar efímero y errante, pero al comprender y tan sólo vislumbrar el significado que ésta tiene, es cuando nos percatamos que este proceso de un ir y venir de vaivenes que nos presenta la vida, es producto de un ciclo y quién sabe si algún día nos reencontraremos con nuestros seres queridos, al menos yo así lo creo. Pero más todavía, hechos como éstos, nos deben servir para crecer como personas, para madurar y que nos demos cuenta que lo que de verdad importa es aprovechar al máximo nuestra existencia con nuestros seres queridos.

.           Es por ello que quiero recordarte que pese a que sé lo que te lo he dicho, siempre estaré ahí para lo que necesites, como amigo no te defraudaré y por eso también quiero manifestar, que intentaré mostrarme tal cual soy y que haré todo lo posible por ser congruente en cuanto a lo que pienso de un verdadero amigo, lo que no es nada sencillo, de hecho de ello la gente sabe mucho al respecto. Existen muchos dichos populares, que hablan que el verdadero amigo es aquel que está “en las buenas y en las malas”, “que existen muchos conocidos, pero amigos son contados con los dedos de las manos”, ambos en los que se percibe una gran sabiduría, ya que no existe ser más virtuoso y probo, que un amigo. En efecto, aquellas personas que dicen serlo, no siempre lo son en verdad, además que muy pocos conocen lo que con veracidad significa serlo, por un lado se ha escrito una vastedad a lo largo de la historia de la humanidad, pero por otro si bien se le aplican significados diversos, algunos me parecen muy frívolos, concisos y simplistas, basta recurrir a la Real Academia de La Lengua, donde se puede apreciar en una de sus acepciones: “1. f. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. “

Si bien, lo anterior no es un yerro, he intentado a través de esta breve reflexión que te dedico en el día de tu cumple años, gran amigo. Que se entienda desde otra perspectiva lo que significa la amistad, que no sea un mero afecto que sólo perdure el tiempo que conociste a esa persona, sino que pueda trascender más allá y que, el tiempo implacable no delinee los instantes que vivenciaste en compañía de tus amigos, sino que todo lo contrario, siempre puedas mirar atrás, sintiendo una gran alegría por haber encontrado a un verdadero amigo.


2º:
Estimado amigo Álvaro, no tenía pensado escribir sobre lo que me enviaste, sólo te iba a comentar más tarde, pero como me suele ocurrir, lo que hiciste me hizo reaccionar de la forma en que estoy acostumbrado, a través de la escritura, que por lo demás es una forma que a mi parecer dice mucho más que el mero acto de responder. Es así que cuando leí el correo, me extrañó lo que decías, que coincidía con lo que me dijiste ayer: “terminó siendo algo más personal de lo que esperaba y no sé tampoco por qué quiero que lo leas, es algo raro, pero igual me gustaría tu opinión”.

Producto de eso, me puse a pensar y analizar el por qué o a qué se debe que yo lo lea, qué aportaré yo o más precisamente, ¿serviría de algo que yo lo hiciese? La respuesta a esas interrogantes no las sé y ni si quiera tú la sabías, aunque tal vez sí, quién sabe. Pero entre mis divagaciones, llegué a algunas conclusiones; de partida con el tiempo te he podido conocer en distintas facetas, quizás no en todas, pero tal vez suficientes para comprender un tanto tu personalidad, pese a que ésta jamás deja de forjarse, es un cambio y metamorfosis continúa, que perdurará por el resto de nuestra existencia.

Y así fue como concluí que nosotros de una u otra forma nos hicimos buenos amigos, pero comprendiendo tu vida y por lo que has vivido, creo saber por qué querías que la leyera. Mi forma de ser, no diría que es especial, pese a que es algo subjetivo, todo ser humano es especial, es una esencia única en esta vida, pero fuera de eso creo que un rasgo de mi personalidad es la empatía por los demás, aceptar a todos sin discriminación alguna, creer en que todos somos seres únicos e irremplazables y que así fue como comenzó nuestra amistad de hecho, tú justo habías vivenciado una situación bastante conflictiva y pasaste por uno que otro drama existencial, y bueno, dentro de lo que hago a menudo, me puse a escuchar y comprender un poco más tu persona, que si bien, como te he dicho un rasgo de mi personalidad es la empatía, tampoco es algo que lo haga por cualquiera, quizás puedo ayudar a otros continuamente y eso me satisface mucho, me nace hacerlo, pero hay personas en la vida que uno se topa y te marcan de uno u otro modo, ésos generalmente son los buenos amigos y te considero uno de ellos y lo supe desde el primer momento, llámese intuición, percepción o lo que sea, pero así fue y es algo que me ha pasado con mis grandes amigos y constituye parte de mi proceso de formación como individuo.

Por todo lo anterior y porque creo que sabes que no te discriminaría, aun conociendo tus errores, tus desventuras, tus aciertos y desaciertos; creo que quisiste que lo leyera, más bien este ejercicio de que escribieras quién eres y quién quieres ser, te ayudará a distinguirte como alguien especial para ti, alguien único, todos somos personas irremplazables y que tenemos mucho que aportar a este mundo, lamentablemente la mayoría de la gente con el pasar de los años, pierde sus sueños, anhelos y se somete a monotonía de la rutina, subyaciendo a las convenciones sociales. Por lo demás, te estimo mucho y creo que eres una de las personas que he conocido en esta vida que ha encontrando su sentido de existencia, quizás la rebeldía tampoco sea el mejor método, pero sí puedes canalizar esa energía en lograr grandes cosas, o por lo menos en lograr tu propia felicidad, emplear tu libre albedrío para forjar tu propio destino, sin que nadie te limite. Por otro lado, como amigo te apoyaré en cuanto significa enfrentar tu proceso de búsqueda de identidad, que como aprendiz de psicólogo, sé que en término generales puede durar hasta los 22 años, pese a que la personalidad, que es más abarcadora que la identidad, es un proceso que perdurará toda la vida.

Creo haber respondido en cierta medida al por qué querías que lo leyera, pero ahora viene lo más importante, comprender tu proceso de formación, intentaré hacerlo y a la vez te aconsejaré, aunque yo también puedo equivocarme, pero espero que en cuanto estimes pertinente, lo valores.

                En primer lugar, creo que hay algo esencial y quizás a nivel inconsciente lo manifestaste y es que te costaba comenzar a escribir sobre tu propia vida, si analizo eso, desde una perspectiva psicológica, dice mucho de tu persona. Es así que se desprende que no te gusta mucho hablar de ti, de cierto modo hay cierta negación a lo que ha sido tu pasado, no quieres enfrentarlo, pero aun así te atreviste y eso ya es muy valorable, de hecho creo que vas por buen camino, has aceptado quién eres y en qué medida has dejado que esos factores externos, influyan en ti; como amigo de verdad lo considero muy respetable, no es fácil combatir los prejuicios y miedos, pero a la larga te percatas que simplemente eran cosas sin mayor sentido, formas de comportamiento inmaduro, pero querámoslo o no, también influye en la personalidad, pero tú fuiste muy valiente al permanecer en ese establecimiento, soportando las burlas y críticas, pero en gran medida se debió a que valoras mucho la opinión de tu familia y lo que esperan ellos de ti, que sin duda lo lograrás.

                Sin embargo, a modo personal, si bien la familia es fundamental, no luches por ella y lo que esperen de ti, lucha por tus ideales, por lo que quieres ser y por todo cuanto te haga feliz, no tomes decisiones prejuiciosas, simplemente actúa y hazlo porque es lo que te nace hacer, aun cuando te equivoques, creo que es mucho más valorable cometer errores propios, que no cometerlos siguiendo la opinión de los demás.

                Otro ámbito que mencionas es la música y cómo ésta ha influido en tu percepción de la realidad, lo que también es muy destacable, ya que de cuanto nos imbuimos, ya sean libros, música, cultura, opiniones de amigos y de quienes nos rodean, influyen y hacen de nosotros lo que somos. En tu caso el núcleo familiar y tu marcada tendencia musical, han influido de sobremanera y te sientes muy identificado con lo que expresan tus ídolos musicales y creo que es una muy buena alternativa, no obstante, estás en camino a abrirte a otra etapa de tu conformación de la identidad, si bien tienes un gran amigo, que es “Waren”, debes abrirte a conocer a más personas, pero no a quienes precisamente estén en lo típico de la juventud actual, que son los carretes, excesos y todo eso, lo cual también responde a una forma de comportamiento, sino a quienes buscan sus ideales; en lo personal este último tiempo he conocido a mucha gente así y en nuestra universidad, sin duda alguna encontrarás a personas que piensan de manera similar, ábrete a ellos y conócelos, estoy más que seguro que te llevarás una grata sorpresa.

                Podría escribir páginas y páginas de análisis, ya me conoces, pero no era la idea, sino más bien que tomaras conciencia de quién eres y cuánto puedes lograr y que aquí tienes a un amigo que te puede apoyar si lo deseas, pero por otra parte, hazme caso y ábrete a los demás, conoce a gente con ideales y que quieran aportar desde su propia experiencia a este mundo.



Es hombre y viejo.




Una tristeza hambrienta y
Un viaje lejano y usurpado por
Una triste hambre y
Un viajero y su prado o
Un triste hombre y
Un viaje pardo o
Tres hombres y un viajero ardor
Es hombre y viajero
Es hombre y viejo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

La maja desnuda.




Son las contraluces mágicas que anudan
Y desnudan tu corazón
La luz es la contramagia que anuda
Y desnuda tu razón
A contraluz la magia anuda
Y desnuda tu son
Contra la luz mágica unida
Y desunida son
La luz mágica de su unidad son
Luzca maja desnuda o
Luzca amada y desnuda
Luz maja y desnuda
La maja desnuda.

Sueños irreales de infancia.




Éste fue uno de los sueños que más me ha marcado en el transcurso de mi vida, aconteció en una noche como cualquier otra en mi casa de Santiago. En aquel entonces tenía 13 años y cursaba séptimo básico; aquella oportunidad me dormí como de costumbre, pero de un momento a otro desperté en plena penumbra, me encontraba en mi habitación, en la cual me había dormido, aún era de noche, todo me parecía normal, pero de pronto me traspasó un miedo irreconocible, no sabía por qué me sentía así, me intenté mover, pero no logré hacerlo, quise dar un grito a mis padres para que acudieran a mi dormitorio, pero tampoco lo logré, de repente mi vista se focalizó en el extremo de mi habitación, ahí había una cortina que simulaba una puerta, puesto que mis padres habían decidido expandir mi cuarto. Pero algo inopinado sucedió, algo movió aquella cortina, de pronto atisbé a un ser luminoso que traspasaba el umbral de la cortina, me entró un pánico inefable, no sabía qué hacer, intenté gritar nuevamente pero aún no podía lograrlo, sin tener otra alternativa comencé a rezar,  suplicándole a dios que esto fuera un mero sueño –sí, aún creía en Dios y si bien hasta el día de hoy lo sigo haciendo, no podría decir lo mismo de las religiones-, pero ya era tarde.aquel ente luminoso, no era sólo uno, sino que eran tres, todos ellos estaban alrededor de mi cama. Intenté desviar la mirada hacia el velador y logré divisar mi anteojo que estaba encima, lo que comprobaba que no era un sueño, además que veía algo borroso producto de la miopía y el astigmatismo.

De pronto se me ocurrió una idea, cerrar los ojos, ya que si era un sueño tendría que despertar. Pero antes de hacerlo me percaté que ese ser luminoso alzaba su mano y apartaba el cubrecama, lo único que quise en ese momento fue no estar ahí, que todo fuera una mala jugada de mi inconsciente. Al cerrar los ojos no desperté, seguía ahí, pero de pronto sentí un cosquilleo en mi espalda durante unos breves segundos y pude despertar. Me encontraba en mi habitación, todo era exactamente igual, la diferencia radicaba en que ahora sí podía moverme y gritar, no dudé ningún instante y fue lo primero que hice, llamé a mis padres y ellos recurrieron a mí. 

sábado, 17 de diciembre de 2011

Dime con quién andas y te diré quién eres.



Cada oveja con su pareja
Cada rebaño con su pastor
Cada hombre con su mujer
Cada mujer con su hombre
Cada hombre con su hombre
Cada mujer con su mujer
Los poetas con los poetas
Los poetastros con los sinvergüenzas
Los trastos con vergüenza
Los trastos convergen
Trastos ven
Tras ven, ven tras
Travestís con travestis
Dime solo, sólo dime
Dime, sólo dime
Dime con quién andas y te diré quién eres.

viernes, 16 de diciembre de 2011

El anfiteatro electrónico de mis versos.




Una pérdida cambia la vida
Un instante cambia tu mirada
La frustración adormece la libertad
Las personas cambian, la identidad cambia
Todo cambia, mas nuestras esencias se quedan estáticas
Uno junto al otro nos quedamos
Aunque el tiempo nos separe y la vida nos engañe
Aunque creas olvidarme, me tendrás presente
Aunque pierdas la memoria, rondaré tu subconsciente
Aunque creas que me odias, me estarás amando
El amor es un arte y tú me lo demostraste
Has sido artesan@ de mis sueños, ideales
Y has sellado tu promesa con un beso
En el anfiteatro electrónico de mis versos
En las luces y sombras de mis pensamientos
En el juego de cámara de mis sentimientos
Así será hasta el fin de los tiempos.




jueves, 15 de diciembre de 2011

Almas aprisionad@s.





Espejos quebradizos alumbran la noche
Iluminan despacio los espacios del tiempo
Que brillan azulados reflejándose en tus ojos
Los ojos de tu alma, imaginaria, triste y melancólica
Tu cuerpo se desvanece en mis manos
Se tambalea multiforme en mis pensamientos
Que te llevan y elevan en el cielo, nuestro cielo
Amores olvidados, polvo terrenal y palabras opacas
Eso eres tú, mujer-hombre, mas qué importa
Sólo eres tú, hech@ a imagen de tu Dios
Tu dios es sólo tuyo, único, irreverente y piadoso
Eres una máscara de ensueño, una mujer-hombre aprisionad@
Libérate, no dejes que el espejo te consuma
Deja que tu mente lo transforme en lo que eres
En es@ que me enamoró de ti.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Los poetas muertos del cementerio general.


          

  Estaba atardeciendo, eran las 6:30 en punto según el reloj de pared que estaba frente a la puerta de la casa –se me hacía tarde- tenía que estar en menos de media hora en el cementerio general, era una invitación, un amigo me había dicho que nos encontraríamos allá y que iríamos a ver a nuestros queridos poetas muertos, era un homenaje no de ésos que han quedado en el olvido, donde se depositarían ramos de rosas y se leería poesía a la luz de la luna, sino más bien un tanto distinto, sin embargo, al parecer algo de eso habría, en fin, era hora de irme, los detalles ya no importaban. Tomé un libro del estante de mi dormitorio con vistas a leerlo durante el recorrido, pues en Santiago eran no pocos los tramos que duraban menos de una hora, así que tendría un largo viaje para leer, luego que dejé todo listo, tomé una linterna de mano y la guardé en el bolso, después de ello, rápidamente salí de la casa, tomé la primera micro que pasó y aproveché de leer, sin antes mirar a mi alrededor y ver las caras de cansancio de las personas, que entrechocaban cada vez que la micro se detenía en un paradero, era un día más de trabajo y de rutina para muchos, querían llegar cuanto antes a sus casas –pensé en mis padres- cuántas veces no vivieron y pasaron por la misma fatigante rutina, que hace que la vida se esfume más rápido, al igual que el ritmo de esta ciudad capital –mientras pensaba y observaba había llegado al paradero- en ese instante bajé apenas se detuvo y ya iba unos metros más allá cuando escucho un grito de una mujer –hueón, abre la puerta, mi hijo- todos nos dimos vuelta a ver qué pasaba y era un niño que había quedado con un brazo adentro de la micro, la puerta casi totalmente cerrada y el resto del cuerpo afuera, algunos de quienes estaban abajo de la micro, empezaron a golpear los vidrios, hasta que el chofer abrió, la mujer seguía a voz en grito diciéndole unas cuantas verdades al conductor y después quedó todo como si nada, cada persona siguió su camino y su vida, la mujer quedó de pie, aún hecha una furia, consolando a su hijo.

            Después de unos minutos, ya me encontraba en el metro, sólo eran un par de estaciones, que en pleno horario punta, hasta cierto punto se desvanecían como las palabras, una tras de otra, gente entrando y bajando del metro –comienza el cierre de puertas- cada vez más aquel metro cuadrado se reducía un cuarto de metro más, donde prácticamente si no fuese por ese insignificante momento en que se abrían las puertas, uno terminaría asfixiado. Finalmente llegué a mi destino –estimados pasajeros, estación cementerios- ahí tenía que bajarme, estaba encima de la hora, aunque me mantenía esperanzado que como todo en Chile, empezaría por lo menos un cuarto de hora más tarde.

            Al llegar ante las imponentes puertas del cementerio general, sentí cómo me invadía una extraña sensación, entraba a un terreno desconocido, que ahora estaba prácticamente vacío, ya que la única ocasión donde se ve visitado por multitud de personas es en el día de todos los santos, por lo demás, durante el resto del año, sólo circulan por él almas en pena. Una vez dentro empecé a avanzar por las callejuelas del cementerio, habían mausoleos de todos los tipos, los más antiguos tenían una arquitectura gótica, un tanto penumbrosa, algunos databan por lo que alcancé a ver, de mediados de 1800, era amplio, parecía que no tenía fin, habían árboles y mucha vegetación, familias apodadas y otras que no tanto, así era el cementerio general, desolado. Salvo por los guardias, que ya habían quedado atrás, al parecer era el único ese día, tenía que llegar hasta el final y ya estaba oscureciendo, no obstante, no sentí calosfríos, al contrario, sentía que todo en aquel lugar tenía un interesante halo de misterio, seguí avanzando, debía estar cerca del grupo de poetas.


            Llegué a una plazoleta, había un tipo de unos 20 años con una guitarra en mano y vestido entre un estilo del viejo oeste y, por otro lado, como pirata y a su lado, una joven con poemas en mano, les pregunté dónde se estaban reuniendo y me dijeron que siguiera unos cuantos metros más allá, hasta llegar a una cúpula, así que seguí. Cuando ya estaba cerca, vi a un grupo de personas reunidas, echando la talla y riéndose a carcajadas, con cervezas en mano, pensé –me siento fuera de lugar- sin embargo, me acerqué a ellos y después de conversar unos minutos me di cuenta, que aunque tuviésemos en común el tener cierta sensibilidad hacia la vida, habíamos escogido caminos distintos, yo no era decadentista, era romántico. Los observé otros minutos, leí uno de sus poemas y me reservé la crítica, era un tema común; la crítica contra la iglesia, el estado y el orden social, buscaban una especie de anarquía, nada nuevo.

            Pasaron unos minutos y sigilosamente me fui escabullendo, me acerqué a la cúpula, me adentré en ella y salí por el lado opuesto, caminé cuadras y cuadras en el interior del cementerio, linterna en mano, revisé mi bolso y saqué una vela y un encendedor, quizá no era poeta o tal vez si el de aquel mausoleo que estaba frente a mí, pero sentí cierta nostalgia, estaba muy descuidado, parecía que hace décadas nadie lo visitaba, así que encendí la vela y le dejé un poema, unos simples versos –que ahora se los tuvo que haber llevado el viento- sentí un aire pasar, pero no me inmuté, mi tarea ya estaba hecha, había valido la pena ir al cementerio general.

jueves, 8 de diciembre de 2011

La taza rota.




Esa noche había llegado tipo diez, hacía un clima enrarecido, hacía frío, pero sentía calor, quizás no era el tiempo, tal vez era yo, no lo sabía, pero algo pasaba y si bien hasta cierto punto todo parecía normal o aparentaba serlo, algo había cambiado. Llámese intuición, dubitación o sospecha, en aquella casa a la que llegaba a dormir sucedía algo que había desestabilizado y quebrantado la rutina, no era sólo que mi mundo cambiase, sino que la realidad hasta cierto punto superaba la ficción, el tiempo ya no parecía correr a pasos agigantados, sino que incluso se detenía en estática parsimonia, para lo que sólo me bastó observar el reloj que se encontraba en la pared, en la esquina opuesta a la puerta de entrada a la casa y, efectivamente, las horas y minutos en aquel reloj no avanzaban, sino que las manecillas se habían paralizado de por vida, lo pensé unos instantes y no había explicación para ello, salvo que se hubiese quebrado, caído o algo por el estilo, en fin, lo consideré sólo un detalle en ese momento, así que lo dejé pasar.

 Luego me dirigí a la cocina, abrí la puerta y ahí estaba la gata que siempre maullaba en notas agudas, cuyo ruido era insoportable para un oído humano, así que rápidamente la dejé salir al patio. Miré por un momento el interior de esa cocina que ya se me hacía familiar, las paredes demarcadas por las huellas del último terremoto en Chile, las migajas de pan esparcidas por la mesa, un vaso de agua a medio servir y, por último posé mis ojos sobre aquella taza, ésa que había comprado durante mi último viaje a Chillán, ideal para un café a esas horas de la noche, sin embargo, ya no era la misma, era una taza inútil, sin mango, a medio morir saltando, era una taza rota.




domingo, 4 de diciembre de 2011

La mujer desconocida.




Ella es la mujer que deja huellas a su paso
Que grita a los cuatro vientos su verdad
Que impone su irreverencia y odio al mundo
Que solloza lágrimas de rencor y amor
Que se ha librado de las amarras de los hombres
Que lucha contra la opresión
Es la sensible mujer a la que humillaron
Es la madre de tus hijos y de los míos
Es el verbo hecho carne
Es la sacrosanta muerte del capitalismo
Es la aduladora de mentiras
La virgen corrompida
La silenciada por siglos
La maltratada por el tiempo
La viuda de la muerte
La caza fortunas y la dueña de casa
La que amanece trabajando
Y anochece cantando
La que sueña que es libre
La que da su vida día a día
Y que muere desconocida
Como una anónima alma perdida.

El origen del lenguaje, una facultad inherente al ser humano.




“Con razón se ha considerado esta facultad como una 
de las principales distinciones 
entre el hombre y los animales”. 

Charles Robert Darwin (1809-1882). 

En el presente trabajo, se pretende aunar diversos criterios y teorías para acercarnos a una posible explicación, sobre el origen del lenguaje, entendiéndose éste, como una facultad propia del ser humano, tal cual podemos reconocer como característica, ya formulada desde Darwin, apuntada en el epitafio. Por lo tanto, al comprenderla como tal, es preciso señalar que éste ha sufrido un proceso evolutivo paulatino, en el cual se fueron sucediendo distintas etapas, con sus consecuentes características, que dieron paso a una evolución cada vez mayor, hasta llegar finalmente, a la especie actual. Por ello, es primordial periodizar sobre los distintos linajes que hicieron factible la evolución y cómo se constituyó finalmente el lenguaje, en concordancia con otros procesos evolutivos. 

Es así que continuando con el planteamiento anterior, es menester situarnos en el origen de la bifurcación del desarrollo de nuestro linaje, vale decir, en el momento en que a través de cambios y conductas determinadas, se generó un nuevo eslabón en la cadena evolutiva, y el primero de ellos aconteció alrededor de unos 4 millones de años; “la estructura de los fósiles de huesos largos de las extremidades demuestra que, a diferencia de los gorilas y chimpancés, aquellos seres caminaban habitualmente erguidos en dos patas. Esa posición erecta liberó sus brazos y les permitió usarlos para hacer otras actividades, de las cuales la construcción de herramientas demostró a la larga ser la más importante”[Pie de página]. Estas variaciones en el estilo de vida, conjugadas con un proceso de supervivencia, donde para satisfacer las necesidades vitales, se tornaba necesario, comunicarse y manifestar sensaciones en una colectividad, generarán diferencias sustanciales, en lo que podemos considerar estrictamente animal y una analogía con la conducta humana, puesto que este nuevo linaje, comenzará a desarrollar lo que se conoce como cortex cerebral[Pie de página], área, que cumple las funciones cerebrales más especializadas, entre ellas la que implica el desarrollo del lenguaje y, como tal, provocará que este nuevo linaje, comience a emitir, ya no meros sonidos guturales, sino que comenzará a producir sonidos de forma consciente, lo cual incidirá de sobremanera para un posterior desarrollo del lenguaje y, nos muestra nítidamente, que se convirtió en un mecanismo eficaz, para la pervivencia del linaje. 

Posteriormente, otro cambio fundamental, se sitúa aproximadamente, hace unos 3 millones de años, donde comienza el origen de nuestro linaje, el género homo, correspondiente a los homínidos, donde nuestro predecesor más remoto, es el Australopithecus, el que a su vez, se subdivide en, afarensis, africanus, robustus y boisei[Pie de página], caracterizándose la alimentación del robustus, por el consumo de hierbas y vegetales, por tanto, su desarrollo molar era bastante grande, pero con un cerebro más reducido. Pero el caso del africanus, es paradigmático, debido a que su dieta, era principalmente omnívora, es decir, se alimentaban desde vegetales, e incluso carne, que, por consiguiente, derivó en un mayor desarrollo cerebral, debido al consumo de proteínas que se encontraban en la carne, alcanzando una densidad promedio, de 500 cm3. 

Si bien, existe una amplia gama de teorías que explican el siguiente paso progresivo, la más aceptada, es que el Australopithecus africanus, evolucionó al homo habilis, quien comenzó a emplear en mayor medida el uso de herramientas y, acrecentó a su vez su capacidad cerebral a unos 680 cm3, debido a una mejora alimenticia. Cabe detenernos en este punto, debido a que el eminente arqueólogo, M.S. Semenoff, comprobó cuantitativamente la relación existente entre el desarrollo motriz, concerniente a la fabricación de utensilios y las formas superiores del pensamiento (desarrollo de conceptos y abstracciones). Es así que estos datos, señalan una gran diferencia en cuanto al nivel de elaboración y acondicionamiento, según el estadio evolutivo, un ejemplo de ello, son los útiles de los Australopithecus, que no exigían más allá de 3 ó 5 golpes con una piedra, mientras que el chelense, realizaba una operación entre 20 a 35 golpes. Y así, fue perfeccionándose el nivel de la elaboración, alcanzando en el cro-magnon un perfilamiento en las piezas útiles, de hasta unos 250 golpes. 

Continuando, con la línea argumental previa a la digresión, el homo habilis evolucionó, a su vez, hace un millón y medio de años, en lo que se ha denominado homo erectus, que significa literalmente, hombre erguido, pero ante cual se han generado numerosas controversias, ya que desde el Australopithecus, los homínidos, se caracterizaban por moverse de un modo erguido. Este nuevo linaje, es de suma relevancia para nuestro estudio, puesto que en él se dieron las características necesarias, para desarrollar un protolenguaje, tales como, una capacidad craneal de 1250 cm3, aproximadamente, un mayor desarrollo cortical, una laringe más larga, dotada de estructuras cartilaginosas, una faringe con un mayor diámetro y musculatura. Además, es oportuno considerar que a través de un estudio endocraneano, se ha podido deducir que poseían un mayor desarrollo de los lóbulos frontales. De este modo, se propició la formación de un protolenguaje, cuyos rasgos definitorios se han catalogado dentro del campo de las onomatopeyas [Pie de página]y la polisemántica, lo cual implica una misma palabra, para designar múltiples objetos, acciones y sujetos. Sin embargo, pese a lo rudimentario que resulta este tipo de articulación, es un gran paso, para la concepción de un lenguaje articulado, propiamente tal, como lo conoceremos en las especies de homínidos posteriores. 

No obstante, aún en la cadena evolutiva, nos esperaban otros cambios, antes de lograr un desarrollo del lenguaje, tal como lo conocemos, y esta siguiente transformación, se vio reflejada en el homo sapiens neanderthalis[Pie de página], hace unos 250 mil años atrás, caracterizado por poseer un cráneo más grueso y arcos superficiales prominentes, sus ojos estaban hundidos en cuencas profundas, su mandíbula inferior estaba inclinada hacia atrás, no tenía mentón y su frente era baja e inclinada, muy distinta de nuestra frente vertical. También cabe destacar, la diversidad de herramientas que fabricaron, que pese a un intento de clasificación, éstas indicarían que se usaban para un cúmulo de actividades y no, para una en específico. A pesar de todos estos rasgos tan primitivos, el tamaño del cerebro del Neanderthal era un 10 % más grande que el nuestro, lo que no significa que fuera más inteligente. También poseían una mayor musculatura, sobre todo en el cuello y los hombros. Por otro lado, hay ciertas características semejantes al ser humano actual, atribuibles al Neanderthal, tales como: usaban el fuego en forma regular, fueron los primeros homínidos en enterrar habitualmente a sus muertos y en tercer lugar, cuidaban de sus enfermos y adultos mayores. 

Finalmente, llegamos al homo sapiens sapiens, especie a la cual pertenecemos los seres humanos modernos, cuyos vestigios se encuentran datados, aproximadamente, a unos 40 mil años atrás. Y será éste un gran salto a nivel evolutivo, ya que nos encontraremos con una especie, capaz de constituir lo que denominamos pensamiento, vale decir, ideas generales, cuyos elementos principales son los conceptos, es decir, representaciones de las cosas y de fenómenos unidas por ciertos índices comunes.[Pie de página]Por consiguiente, se producirán nuevas asociaciones entre conceptos y propiedades, previendo, de esta manera, un determinado uso, para un objeto específico. No obstante, la siguiente etapa está caracterizada, por una diversificación de conceptos y nociones, la representación entre percepciones heterogéneas tiene lugar en determinadas regiones de la corteza cerebral a la que llegan los estímulos provenientes de los órganos del habla, y especialmente del oído. De esta manera los sonidos vocales y los correspondientes movimientos de los órganos del habla se convierten en símbolos de los conceptos, relacionando entre sí las percepciones de rasgos comunes de una categoría de objetos[Pie de página]. Lo precedente, planteado por Bouknak, sitúa un nuevo rasgo del lenguaje, que es la categorización y en su constitución, nos permite asociar y agrupar distintos conceptos, a nivel mental y objetos, a nivel concreto, que amplían nuestro conocimiento de la realidad, dando pie a una de las más fascinantes manifestaciones de éste, las lenguas. 

En primer término, no podemos referirnos a lenguas, sin previamente, analizar sus componentes fundamentales, los fonemas, es decir los elementos que poseen una función particular y que le otorgan la sonoridad al lenguaje articulado, los que a través de una serie de combinaciones, constituyen sílabas, frases y oraciones, eclosionando en un espectro capaz de enunciar, ya no sólo palabras polisemánticas, sino que existirán muchas de ellas, de carácter monosemántico. No obstante, el proceso que conllevó un desarrollo tan amplio y divergente de las lenguas, estuvo dado por la expresión de las siguientes relaciones, en distinto grado; que señala Bouknak: 1) Un orden determinado de palabras, por ejemplo, en primer lugar la acción, en segundo lugar el objeto; 2) Combinación de diversas palabras que conservan su significado propio; 3) Transformación de ciertas palabras en partículas auxiliares -afijos- y su combinación con la palabra -raíz- para expresar una categoría de tiempo, lugar, etc.; 4) Comparación de partículas variables o flexiones de caso, tiempo, número, etcétera.[Pie de página]

sábado, 3 de diciembre de 2011

El olvido.




Olvidar no es dejar de sentir, ni amar
No es el eclipse de la memoria, ni el fin de los sueños
Es la muerte en vida, es la detención de tus latidos
La esquizofrenia de vivir el mismo día mil veces
Y no recordar el sol del amanecer
La sonora lluvia del atardecer
Y la luna naciente del anochecer.

Olvidar es ponerle una persiana a tus ojos
Es estancarse en los límites del tiempo
Es caer en la fragilidad del silencio
Es ser un hombre autómata
Que no vive los miedos del pasado
Y la incertidumbre del futuro
Es la felicidad pura, el sinsentido de la vida.

Olvidar es no disfrutar los momentos vividos
Es ser una mujer sin caminos ni ideales
Es ser un insensible hombre desapasionado
El olvido… el olvido…
El olvido eres tú.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Traiciones que matan.




Las traiciones matan lentamente, una a una
Puñaladas frías que se hunden clavando las entrañas
Dolores que profanan el cuerpo y lo saturan
Atrocidades desgarradoras que humillan la carne
Sórdidas melodías de una voz agonizante
Muerte interior y calvario de las palabras
Sufrientes desvanecimientos
Sometimientos opresivos
Pasividades destructoras
Olvidos y llantos que abren un valle de lágrimas.

Sopor y agotamiento, vano cansancio
Depresiones que depredan el cuerpo
Humanas lepras invasoras que te despedazan
Pedazos de sueños desparramados en el suelo
Vidas aniquiladas por el salvajismo
Piras que incendian los sentimientos
Y los golpean en tu tiempo, mi tiempo
Nuestro tiempo
Así será hoy y hasta el fin de los tiempos.

La incertidumbre de sus ojos.




Ella caminó y recorrió cientos de lugares antes de llegar a su lado, lo esperaba con ansias de enamorada, perdida en sus ensoñaciones, queriendo besarlo, acariciarlo, ser suya, pero sabía que no podía dar el primer paso, no porque fuera una mujer sumisa, sino que se debía a que no quería adelantarse a los sentimientos de él, pues sabía que había una atracción especial, un encanto que los vincularía de por vida, una unión indisoluble e inseparable, pero él aún estaba indeciso, su mirada lo revelaba todo, a veces cuando hablaban, él no era capaz de mirarla a los ojos, ella no entendía el por qué de aquella situación, pero con el paso del tiempo, comprendió que era la inseguridad de su enamorado, su incapacidad de ocultar lo que sentía, donde sólo bastaría ver sus ojos para que se entreviese la loca pasión y amor de una juventud a flor de piel, de fuego candente que ardía desde la profundidad de su corazón hecho llamas y que poseía una irrefrenable irreverencia que, sin embargo, no podía expresar a través de sus palabras.

Jamás olvidaría el primer día en que lo vio, su cuerpo, su postura y ademanes intelectuales, pero a la vez recios y, antitéticamente, cándidos, su rostro que develaba una juventud incipiente, sus mejillas palpitaban con un rubor rojo que le daban cierta vitalidad y sus ojos, que eran lo que más le impresionaba, ya que reflejaban una fuerza inconmensurable, con una voluntad férrea y decidida que se expresaba en sus acciones políticas, sus discusiones continúas e intensos debates, no obstante, no era así con el amor, ahí su corazón se acobardaba, se sumía en un ensimismamiento que lo tenía así segundos y minutos que se hacían una eternidad cuando Isabel inquiría qué le pasaba, qué sentía, qué pensaba, si le prestaba atención, si se había olvidado de ella, si la amaba, la odiaba, en fin, esos instantes la mantenían en una incertidumbre que no la dejaba dormir, que la desvelaba horas e incluso noches completas, dejándola intranquila al desconocer los sentimientos de Julián.

Después de aquella última vez que se habían visto, él no había contestado sus llamadas, no le había dejado ningún mensaje, lo único que sabía en ese momento Isabel era que Julián la amaba, pero que no se atrevería a dar el primer paso, sino que ella, como mujer, esta vez tendría que jugar un rol activo, por ende, el fracaso o triunfo dependían de ella y de cómo jugase sus cartas, tendría que hacer uso de sus encantos femeninos, engatusarlo si era necesario, hacer gala de sus atributos, ¿pero bastarían sólo éstos para lograr su propósito o requeriría más coraje y obstinación?

Finalmente se decidió, frecuentó los lugares donde él solía ir, lo vio a la distancia y quiso acercarse como la fuerza de sus latidos hacia él, sin embargo, se contuvo -por mucho que ello le costase- siguió sus pasos y andar, con sus ojos, su silueta y caminar grácil, casi levítico, pero aún estaba paralizada, petrificada y extenuada, sin poder moverse, quería hacerlo, pero no podía, su cuerpo se lo pedía a gritos y el de él también, no obstante, la cobardía ramera la estaba consumiendo, no sabía qué hacer para llegar a su lado, aunque sólo debía vencer el miedo –karma de la raza humana.-

Aun así, liberándose de una fuerza aplastadora, lo consiguió, sus pies empezaron a moverse primero lentamente, luego cobraron mayor vitalidad y ya era libre, pero lo fue más aún cuando lo alcanzó, rozó la espalda de Julián con sus tenues dedos, lo volteó y sin contenerse lo besó apasionadamente y él sin aliento, se dejó seducir por aquella mujer decidida que le cambiaría la vida.

domingo, 27 de noviembre de 2011

El siglo XXI es la muerte de la filosofía.




Tú que fuiste filósofo y pensaste sobre la belleza de la vida
Tú que amaste el conocimiento y que hoy te arrepientes
No te olvides de la memoria colectiva y el sinsentido de nuestro tiempo
Recuerda que aun en esta vida ajetreada y de librepensamiento
Tu sabiduría muere día a día
Y como el sol desfalleces en el crepúsculo
Y ansías renacer en una noche estrellada
Donde las almas humanas tengan tiempo, paciencia y sueños
No rutinas, exasperaciones y conformismos
¡OH! Condenado siglo del filósofo-poeta del pesimismo
Cuánto los lastimas, reniegas y discriminas
¡OH! Humana sociedad, ¿a qué aspiras?


Tus aspiraciones son sólo vanas mentiras
Que se desvanecen como las palabras en el aire
Que se engarzan a la poesía de la vida
Y se derrumban en la babilonia de tus días
¡OH filósofo! No dejes de pensar y amar
Enamórate y rencántate de tu patria, de tu tierra y humanidad
Sé libre y vuela alto, sé inconforme
Sé idealista y nada contra la corriente materialista.



viernes, 11 de noviembre de 2011

Una noche de aquéllas.



Faltando sólo un cuarto de hora para las diez de la noche, pensaba mil veces las 1001 cosas que quería hacer, dónde, con qué y cómo debía ir; lo primero fue ponerme la ropa para esa noche especial, una mezcla entre sensualidad y seriedad, una camisa descotada con dos botones abiertos, unos jeans ajustados y una boina plomiza que resaltara el –atrévete a dar un paso más, pero con cuidado- estaba listo, sólo debía comprar el regalo, que no podía dejar de darle un toque de emotividad, pero sin el típico sentimentalismo barato, agregándole un deje de intelectualismo, por ello obviamente el regalo perfecto era un libro, por consiguiente, me dirigí a la librería más cercana de donde vivía actualmente. La librería Antártica era un lugar que había visitado cientos de veces, siempre encontraba un libro nuevo, una edición empastada que me cautivara, que llamara mi atención, pero aquella noche no fue sólo eso. Entré, miré de reojo a mi alrededor, igualmente me acerqué a las estanterías, revisé unos cuantos títulos, hasta que me decidí a preguntarle a un tipo con cara de intelectual que no estaba nada de mal -con tono sexy- qué tenía para ofrecerme, me quedó mirando desconcertado y yo repliqué; ¿qué libro me ofreces?, ahí se sonrojó un poco y me dijo, disculpa estaba pensando en otra cosa. Yo le respondí que no se preocupara, solía pasar, de ahí me llevó a revisar libros de autores nacionales e internacionales, siendo los primeros desconocidos –por lo menos para mí- así que empezó inquiriendo por las temáticas que me gustaban, le dije que más bien era para regalárselo a una mujer y que ella era más bien feminista y le gustaba lanzarse a la vida, algo así como vivir en un continúo carpe diem, que era apasionada y vibraba con las novelas románticas. Bastó sólo esa descripción y –según él- el libro perfecto era el que me acababa de pasar y que ahora tenía en mis manos. Ni si quiera miré la reseña, ya que nos quedamos conversando distendidamente sobre libros, pasábamos rápidamente de uno a otro, intercambiando opiniones, críticas y sinsabores –mientras tanto me había apoyado cómodamente en el mesón-, así transcurrió media hora, cuando miré mi reloj y le dije que debía irme, que iba atrasado, pero que volvería a pasar por ahí durante la semana, él quedó  prendado, se despidió de una manera muy efusiva, decía que esperaba volver a verme luego y que mi nombre no se le olvidaría por nada del mundo. Salí de la librería, bajé por las escaleras del centro comercial, tomé la primera micro que pasó y me dirigía a mi destino –el cumpleaños de mi amiga.-

            Me bajé en una estación de la línea 1 de Santiago, a esas horas la gente circulaba como almas en pena –observé a una pareja, luego a otra- ambas estaban acurrucadas besándose como si el Apocalipsis llegase hoy, -seguí caminando- un poco más allá vi a un par de tipos vestidos completamente de negro, desde sus zapatos que se asemejaban a la noche hasta sus chaquetas largas y oscuras como una caverna, que me dieron la impresión de ser góticos, me quedé plantado en una esquina de la estación siguiendo sus acciones y ahí cuando pasaron a mi lado, sentí un olor que no me sorprendió, ya que sabía que generalmente a estas horas muchos se iban de carrete, así que la marihuana que habían consumido y estaban por consumir, era algo infaltable en aquellos grupos. Finalmente los vi alejándose y saliendo apresuradamente del metro y subiéndose a un auto que brillaba con la claridad de la luna.  Por otra parte, yo me quedé meditabundo unos instantes pensando en que más temprano que tarde tenía que escribir una historia con estos hechos, después me fui caminando silenciosa y tranquilamente por las calles santiaguinas, dejando atrás pubs, restaurantes, ebrios y personas que iban y venían de un carrete a otro, hasta que fui a dar al departamento de mi amiga.

            Una vez hube llegado al departamento, me acerqué a consejería y pregunté por ella, pero no fue necesario llamarla ni esperar, ya que me vino a recibir con una calidez de aquéllas que sólo sientes después de no ver a un amigo durante mucho tiempo. Después de un abrazo que duró minutos, pero que se desvaneció como segundos, le hablé del libro que le traía y le conté un poco cómo había llegado a él y -como era de esperar-, se río toda la noche con mi anécdota.

Mi arte poética

Arte poética (José Chamorro)

Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...