Llevan
días rondando en mi mente varias ideas en relación al vivir mismo, ¿Quién puede
decir con propiedad que ha aprendido a
vivir? Pues yo no. Es precisamente aquella sensación de incomprensión hacia la
vida misma la que me hace y motiva a diario a redescubrirla y reencantarme con
ella, sé que ningún momento vivido será igual a otro, por ello los vivo con
intensidad, sé que la única manera de mantenernos vivos, es siempre estar en
continúo movimiento, en un pensar y sentir incesante, fluyendo en el flujo
vital. Hoy podemos estar en un determinado lugar, mañana en otro, luego quizás
volver al mismo sitio, sin embargo, jamás nos encontraremos en el mismo sitio
(espacio), pues espacio y tiempo, pese a ser convenciones, también se encuentran
en continúo movimiento, por ello jamás seremos los mismos. El pensamiento es
otra de las intrigas humanas que me causa a ratos inseguridad, ya que no
sabemos qué piensa otro que es distinto a mí y aunque hayamos vivido cien años
y hayamos pasado por diversas situaciones e inclusive por las mismas a las que
otro se enfrenta, al ser otro día y lugar, quedaremos en la incertidumbre de no
saber qué acción realizará otro, ni aun nosotros mismos en el vivir de toda una
vida, terminaremos de conocernos, entonces qué queda para aquéllos que no están
en nuestra interioridad y que con más propiedad aún, no han tenido las mismas
vivencias que nosotros. Es decir, cada persona tiene sus propias experiencias,
lo que hace que su propia vida sea única e ireemplazable, hasta en el más mínimo
de los detalles, hasta aquéllos como en qué lugar aparcó su auto, si al día
siguiente lo cambia de sitio, si se le pierde un valioso objeto personal, de
quién se ha enamorado y qué relaciones interpersonales ha constituido y formado
en su propia vida, en qué momento nació, bajo qué circunstancias y cómo se ha
ido delineando su propio destino y cuáles han sido sus decisiones fundamentales
que han marcado y delineado el curso de su propia vida. Si bien a diario vamos
aprendiendo a vivir, por experiencias propias y ajenas, por lo que nos relatan
quiénes llevan más tiempo en este mundo y por nuestras propias conclusiones, es
que llegamos a formarnos una idea que nunca será del todo fija, de lo que es
nuestra existencia y en el mejor de los casos, tras haber vivido, podemos decir
que hemos sido felices
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.
lunes, 28 de octubre de 2013
Apuntes Análisis del discurso 28,10,2013.
El efecto es la palabra clave
para entender el Estadio del espejo. (proceso)
Antes de la formación del yo.
Momento de la imagen del yo.
Al principio hay fragmentación.
(Cortados en pedazos)
El bebé no tiene concepción del
todo.
Para Lacan la vista es el sentido
primordial.
“Mirando al cejo” leer. Sigue la
línea de Merloponty. (Fenomenología)
Está intentando de reconfigurar
un psicoanálisis.
¿En qué radica el poder? El poder
del estado del espejo, radica en el lenguaje. El inconsciente posee la
estructura del lenguaje.
Reflexionar. (Pensamiento
reflejo, sobre sí mismo)
¿Por qué es importante el
pliegue? Reflexión idéntica a sí mismo.
De pie, capaz de tener una
mirada. (Impulso del deseo)
Proceso libidinal. (Líbido: Tensión
entre vida y muerte)
Conocimiento paranoico (Manía
persecutoria a través de la mirada). Relaciones sintagmáticas, vinculada a una
cadena de significantes. (oralidad)
El E. del espejo como
identificación.
Asunción con júbilo.
Matriz simbólica precipitada de
una forma primordial (yo).
La identidad es sedimentaria
(capas)
Opera una normalidad (Triángulo
edípico) –Formas predeterminadas.
(Antropólogos que trabajan con
psicoanálisis) María Toròk y Nicolás Abraham.
Gestalt como forma superficial.
Rol de la mímica (Lenguaje de la
puesta en escena del teatro)
Ética y estética vinculadas a un
proceso político.
La paranoia vinculada a las
estructuras normativas. (Panóptico)
Lacan-Focault- Althusser.
Texto: La golosina canival.
Introversión-Imago (punto medio)-Extroversión
(continúo fluir entre el adentro y el afuera)
La imago es primordial, en cambio
la Gestalt aparece desde afuera.
Dialéctica (Trazado
subjetivo/individual y social). El Estadio del espejo como constitución de lo
social.
Experiencialmente como una
dialéctica temporal. (Lectura Hegeliana)
Orden sintagmático. (No hay
definiciones unívocas, sino que cadenas de relaciones)
Fenomenología Hegeliana y
Heideggeriana.
Huellas que deja la experiencia.
(Fenomenología). Individuo e historia.
Verificaciones del ego.
(Constitución de la realidad)
Experiencia en un tiempo con un
devenir histórico.
La mirada desestabiliza.
Mal conocimiento (culpa)
Nietzsche. (Genealogía de la moral), acto fallido.
Neurosis y constitución de la
norma.
sábado, 26 de octubre de 2013
El culto al espejo.
Tributar
la imagen de un sueño enmudecido en la penumbra del espejo
Reflejarse
en un fractal de para sí en un torbellino de imágenes del infinito
Escribir
en la habitación de tus silencios espejeantes y sonoros
En la
superposición de tus encuentros de un abismo imaginario
Ser un
errante en un suelo desconocido en tus instantes fugaces
La
instantaneidad de tu imagen te implora a gritos desconsolados
Tu
voluntad está rendida a la vorágine de tus promesas incumplidas
Silente
como el viento de un recuerdo lejano que se desvanece
Aliéntate
a vivir sin preocupaciones una razón inrazonable
Aléjate
de los espejismos de tu insondable destino
Retuerce
las imágenes opacas de un laberinto sin salida
Que tu
ego se arremeta a las inconclusiones de tu vital protesta.
viernes, 25 de octubre de 2013
El escritor en el desván.
El escritor, artífice de la pluma y las palabras, se
tiende sobre su desván, en una posición inerte y altiva, en su imaginación
fluyen sus pensamientos e ideas a escribir, es la soledad de su cuarto, el
silencio acogedor de imágenes perdidas en el ocaso del tiempo, aquellos otros
días de sus primeros años de juventud, que saben que sólo permanecerán en su
retina y que jamás en su vida se volverán a repetir. Es en ese momento de la
noche que recién comenza y que lo desvela hasta altas horas de la madrugada, lo
que lo mantiene en pie, meditativo y cavilando cada uno de los movimientos y
pasos que dará al siguiente día. Se sabe conocedor de la naturaleza humana, de
sus múltiples cambios, de la ignorancia de las gentes y de ser un alma libre en
un mundo de autómatas que devienen en la dirección de sus propios pensamientos
sin un orden fijo y que por la deriva de aquellas inquietudes, su propia vida
se pone en peligro. ¡Oh pensador, poeta de las palabras! Cuán sabio eres al no
mirar los ojos de quiénes te rodean, una mirada contiene resabios de los mily
un pensamientos de quién ha vivenciado y habitado un cuerpo por años en este
terrenal mundo, jamás te dejes engañar por una mirada, vive, sigue tu camino,
tu propio rumbo y si deseas conocer qué piensa quién se encuentra a tu lado,
apártate, las más de las veces no querrás saberlo. Cada alma lucha por su
propia existencia, por subsistir en el caos de una urbe que vive en el estrés
del día a día, que se marchita con los años y que ha renunciado a sus promesas.
Vivir,
tan sólo vivir, más qué es la vida. Cada hombre nace con su propio destino,
hace su camino en el andar, puedes cruzarte en el recorrido que otro una vez
hizo, pero te darás cuenta que aun tus pasos ya no serán los mismos, dichoso
eres si puedes obtener tus propias conclusiones del mundo, te darás cuenta que
la creatividad es un bien preciado que escasea las más de las veces, que la
mayoría tan sólo vive por la inercia de su existencia, que su propia vida con
un valor inconmensurable no cuenta en absoluto ni aun para él mismo. Tú más que
nadie en este mundo eres el forjador de tu destino, de las convenciones que
añadirás a tu espalda, en una sociedad donde nadie respeta lo ajeno y que
tienen por propio los bienes que a duras penas se han costeado. Acumular, día
tras día, en una labor inacabable, pequeñas acciones y actitudes para dejar
tras de sí bienes materiales. Sin embargo, somos echados a la nada en el mundo,
nada nos traemos y nada nos llevamos, al nacer, vamos aprendiendo a dar
nuestros primeros pasos y a lo largo de nuestras vidas redescubrimos y nos
reencantamos con los espacios, con los momentos irremplazables y únicos que se
aferran a nuestra memoria, pocos son los que apreciarán ese valuarte, el
recordar un instante como si fuese el momento auroreal de tu propia vida.
Escribir para recordar, escribir porque es la significación más propia que
puede tener una voz humana, porque somos seres sensibles en un mundo donde se
nace para ver morir a otros en la penumbra de su casa.
sábado, 19 de octubre de 2013
Tengo nostalgia de ti soledad.
Soledad
como la infancia del niño que una vez fui, hoy apareces en mis vigilias
En mis
sueños de juventud que se desvanecen con el contar de los días, estás tú
En la
primavera de mis años y en el cenit de mis versos, te canto como a la noche
Me
sumerjo en las entrañas de tu memoria, mi memoria, la que construimos juntos
Te
poestizo en los instantes del porvenir infinito, que nos abre de par en par las
puertas al paraíso
Te
perdí allá por esos años y hoy me reencuentro contigo, en mis amores tempranos
Tú, ¿me
abandonaste una vez más? Infiel te he sido, no sólo un amante por ti he tenido
Mis
versos se los dedicaré a otras tristes alondras que añoran mi cariño prometido
Desahucios
de recuerdos y casas abandonadas por la nostalgia otoñal
De esas
amarguras mediterráneas en el corazón de nuestra prosa poética
Tengo
nostalgia de ti soledad, no me abandones una vez más.
lunes, 14 de octubre de 2013
Vidas cruzadas y reemplazadas.
En la vida si hay algo que he
aprendido dentro de las vivencias de la cotidianeidad, es que una experiencia
puede ser mil y una veces vivida, sin embargo, jamás será la misma. Que de un
día para otro, tu propia experiencia vital puede cambiar radicalmente, por ello
considero necesario dejar una huella personal tras de ti, es decir, un sello
que caracterice tu pasar por la vida, tu propia marca, pues si bien cada vida
es única e insustituible, reservando en sí misma experiencias únicas,
adquiridas a través de los años en el cuerpo, somos múltiples sujetos en una
sociedad donde si no dejas tu marca personal, simplemente cuando se da la vista
hacia atrás, no serás nadie. Por otra parte, nuestra vida es guiada por
nuestros pensamientos, que al verbalizarlos da cuenta de qué pensamos y
sentimos. Por lo demás, en nuestra etapa de infantes, somos guiados por lo que
nos dictan nuestros padres, que en la medida que vamos creciendo nos
cuestionamos si aquellas decisiones han sido las más acertadas, desde la
elección del lugar dónde vivir, con quiénes convivir, dónde estudiar y
criarnos. Es así que uno llega a ciertos lugares, porque de uno u otro modo, no
las casualidades, si no que las causalidades y no un mero azar, nos han
conducido a nuestro estado actual. De esta manera en la vida se nos abren
múltiples posibilidades para vivir, un cúmulo amplio de opciones que podemos
escoger para vivir, pero depende de nosotros el tomar las decisiones más
acertadas, las que sin lugar a dudas, dado nuestras experiencias previas, tienden
a ser más o menos acertadas y efectivas. Si bien la sincronicidad y el pensar
universal, juegan un rol fundamental en este estado y fluir vital, a veces los
influjos y factores externos, terminan derruyendo nuestros pensamientos
esgrimidos para construir los pilares y cimientos de nuestro espacio vital, es
decir, de aquello que hemos construido con el tiempo, con nuestros esfuerzos
personales con la solidez de la voluntad de vivir, de anhelar un lugar mejor
para vivir día a día, momento a momento, somos por lo que fuimos y seremos, por
lo que hoy somos, amar la vida y atravesar los recovecos insoslayables de un
acérrimo continúo de obstáculos para en mayor o menor medida, lograr tener
proyectos de éxito, la vida como un proyecto que tiende al éxito o al fracaso
personal, sujeto claro está a las circunstancialidades.
Nuestras vidas se cruzan una y
otra vez, si es que no a diario y a cada instante con otras vidas, ello da
cuenta, ya sea por contraste o determinismo, nuestra propia definición, es
decir, quiénes somos o quiénes queremos ser, las más de las veces con seres
desconocidos, personas de las que sólo atisbamos su rostro, que, de hecho
quizás jamás sabremos su nombre, he ahí nuevamente el dilema ya de una
perogrullada existencial, de ser alguien en la vida. Pero me pregunto, ¿ser
alguien para quién?, ¿Para qué?, ¿Para la sociedad o para ti mismo como una
profecía auto-cumplida? La escritura no en contadas ocasiones nos permite
absorber las experiencias vivenciadas por otros y dar cuenta de las propias, a
la vez que amplía nuestros horizontes y cosmovisiones, adentrándonos en el
mundo interior de otro, pues estamos vivos y las letras en mayor o menor medida
se convierten en gran medida en la herramienta más aguzada para vivir, quién se
instruye es capaz de dominar los espacios de su alrrededor, es capaz de nombrar
los objetos que constituyen su espacio circunstancial y vital, de darle vida a
objetos inanimados que al nominarlos, les otorga vida propia, una especificidad
en sí mismos, el ser únicos e irrepetibles, el personalizarlos.
Escribir para no olvidar, para
dar cuenta de lo vivido, para poner lugar y fecha a los acontecimientos y
avatares de la vida, nuestro complejo narcisista nos hace creer que somos
únicos en el mundo, pero claro, ésta es la paradoja vital de nuestro tiempo. El
tiempo, tanto se ha escrito y hablado sobre él, sin embargo, aún resulta
inabarcable, somos incapaces de circunscribirlo y forzarlo, es tan variable y
relativo, que nos relativiza a nosotros mismos.
Poner de nuestra cosecha, pese a
nuestros irrefrenables errores, mitigar los silencios con sonidos y
conversaciones triviales para extender los limites irrenunciables de nuestra
propia existencia. Caminante no hay camino, se hace camino al andar –Serrat.-
Esta línea me ha embargado profundamente estos días, llenando mis pensamientos
más íntimos, cada paso que damos en la vida, ya son pasos dados, que no se
volverán a repetir, pero al menos nos podemos quedar con que sí hemos vivido,
que en el atrever a vivir radica la plenitud de nuestra propia existencia, en
seguir adelante y pensar que el pasado, pasado ha quedado, pero que podemos
seguir construyendo un futuro, seguir siempre adelante, no sin mirar atrás,
sino que emplear esa mirada y focalizarla en nuestros próximos pasos y hacer lo
que nuestro corazón nos dicte, que las más de las veces es lo que estábamos
destinados a vivir. Por lo demás, es necesario guardar en lo más recóndito de
nuestra memoria lo recuerdos vividos junto a otros, los instantes compartidos,
que serán irrenunciables, cada acción ejecutada en vida, es la vida misma,
descansar para revitalizarnos y rehacer y reforjar nuestro propio momento como
si fuese el último, aunque aún nos queden imperecederas e infinitudes de
experiencias por vivir.
José Patricio Chamorro, escrito elaborado entre la tarde del 13 y
madrugada del 14 de octubre del 2013,
Santiago de Chile.
lunes, 7 de octubre de 2013
El vacío existencial de los objetos.
La realidad, ¿Qué es? Es una relación entre
quién experimenta la vida, su propio mundo, cosmovisión, a partir de sus
propias circunstancias y forma de convivir en un espacio/tiempo determinado,
por ello la realidad dependerá del vivenciante, es decir, el sujeto que vive en
aquella relación de yuxtaposición de espacialidad y temporalidad, ¿pero qué
pasa cuando la realidad nos consume, cuando nuestro propio momento histórico
nos agravia en una incomprensión incorrespondida? A veces el vacío existencial
me consume, los objetos son entes inanimados que sólo cobran vida al
interactuar con seres animados, por ello toda relación objetual me parece
vacua, vacía en sí misma, sin la presencia física de alguien con quién
compartir momentos, circunstancias, en un espacio y tiempo común, donde la
materialidad de los instantes, cobre vida en sí misma. Una casa, es una
construción solidificada en cimientos de escombros si no hay quién la habite,
una taza de café es un mero objeto sin un uso aparente,sin alguien que la
nombre y le da la utilidad que es pertinente a su materialidad.
La
vida es más gozosa y dichosa. Si hay otros seres con quiénes podamos compartir
la belleza estética de la existencia, el ideal placentero de contemplar la vida
como una obra de arte, con una significación propia, cuyo significante esté en
un continúo impulso en el flujo hacia la idealización objetuada. Venimos al
mundo, somos dados a luz, para forjar nuestro propio camino, que dado los
momentos en que nos toque vivir y dependiendo de qué hagamos para mantenernos
vivos, se concretiza el ser de nuestra existencia, vale decir, somos en tanto
hacemos, pensamos, actuamos y sentimos. Somos un complejo holístico de
experiencia y sensaciones, cuyo acercamiento epistemológico a la vida, dependerá
de si somos agentes o pacientes respecto a ésta, con ello me refiero a si es
que dejamos que la vida nos pase por encima o tomamos las riendas de ésta. Una
realidad agenciada, será epistemológicamente distinta, a una realidad paciente,
que puede ser meramente receptiva o involucrar gradaciones sensitivas.
La
felicidad es otro estado transitorio en la que el sujeto vivenciante, tiende a
una positividad aparente, que involucra sus propias circunstancias. La
felicidad es un estado que nos puede encumbrar un día y al siguiente, dejarnos
a la deriva de la vida, con amplias posibilidades de decaer a las profundidas
del abismo existencial.
José Patricio Chamorro, 07/10/2013,
Santiago de Chile, Ñuñoa.
sábado, 5 de octubre de 2013
Condenados a la soledad.
Aquí yazgo, como un escriba intelectual de
escritorio postmoderno. A veces me pregunto y cuestiono sobre la naturaleza de
la soledad y de las ideas, escribo para no olvidar, pero ello me hace
mantenerme en un estado de lucidez permanente y anhelante de nuevas
experiencias, me privo del mundo y el mundo se priva de mí. ¿Le temo al caos
mundanal de la sociedad cataclística? Vivo, estoy vivo, por ello escribo. Para
dar cuenta de un sentir social permanente, de cuánto me apasiona la vida misma,
¿Me puedo enamorar? Es un verbo inconjugable para mí, cuando amo me entrego en
absoluto y soy capaz de darlo todo, quizás por ello quiénes se han cruzado en
mi vida, sienten que soy un buen amante. Las ideas fluyen por mi mente y por mi
cuerpo, sufro la agonía de la soledad perpetua, lo que veo y observo me parece
etéreo. A veces siento que ese estado de lucidez es un arma de doble filo, sin
embargo, es mi mayor defensa ante los embates de la vida. Cada instante de mi
vida he procurado estar en aquellos espacios donde pueda adquirir nuevas formas
de entender la vida, ampliar mi propia visión de mundo. Pero cuando se comparte
junto a otro, atraviesan esos momentos instantes irrepetibles, energías que se
superponen y sin pensarlo dos veces, cedes por amor, eres capaz de dejarte a ti
mismo de lado, por el bienestar de quién amas, ¿amor puro? Permítanme ponerlo
en duda, atracciones fatales, de ésas que te hacen caer en tu propio intrincado
juego del amor, experiencias que conservo en mi memoria como refráctiles
caleidoscopías nocturnas evanescentes.
A
veces siento que la soledad será un estado transitorio, pero miro hacia atrás y
si bien, jamás se está totalmente solo en un mundo donde existen billones de
seres humanos, el drama existencial es ineludible, el individualismo que no nos
permite postergarnos por el otro, si no suple nuestros propios intereses
personales. La vil subsistencia se vuelve una canallada olímpica de
desterritorializar la existencia de ese otro, que al igual que uno mismo,
siente, percibe, sufre y se enamora. En el momento que dejemos de lado nuesto
cinismo intelectual y exacerbamiento egotista y narcisista, quizás podamos
mirar a nuestro lado y ver la humanidad del otro ser, cuyo rostro da cuenta de
una historia personal de vivencias, que lo conducen al momento actual y que,
posteriormente lo conllevarán a un futuro que está por escribirse.
Pensar
en otro, es salirse de sí mismo y compenetrarse con las experiencias
particulares de vivir, pensar y soñar con quién convives, ¿Enamorarse? Es responder
al encuentro íntimo de quién vive el momento como un éxtasis sublimante de
placeres corporales, de carnalidades abrasadoras, interrogativas fluctuantes de
miradas vacuas, internalizadas de agonías míseras de un cuerpo viviente,
sensante y experimentante.
José Patricio Chamorro, 05/10/2013, Santiago de Chile, Ñuñoa.
jueves, 3 de octubre de 2013
La curiosidad de los amantes.
La
practica hace al maestro, el amor, como la vida misma, no debe tomarse a la
ligera, hay que disfrutarlo por sobretodo, poner en practica los principios
inmemoriales. Cada persona es un universo a descubrir, las cadencias de la voz,
las pausas y ritmos acompasados de los cuerpos, la tranquilidad de dos personas
sincronizadas en el acto amatorio, en el atreverse a vivir plenamente los
instantes, aquellos que son irrenunciables, consistentes en sí mismos, pero que
como el polvo, se desvanecen en el aire. Hay una primera vez para todo en la
vida, pero siempre podemos aprender a reencantarnos con nosotros mismos, con
nuestros gustos y placeres. Registro en mi memoria, la primera vez en que nos
vimos, ese segundo que me miraste con curiosidad y yo atentamente te escuchaba,
me ponía nervioso en tu presencia, no podía negar la atracción que me
producías, tu cuerpo, tu figura, tu tan sola presencia, tu cercanía, ese estar
ahí a mi lado. Yo te escuchaba atentamente las primeras noches que convivíamos,
tus ideas, tus proyectos, tus circunstancias, pocas personas tienen un talento
de artistas y tú lo tienes y quizas aquello fue lo que nos conectó
profundamente. Esperaba con ansias tu llegada, escuhar tu voz, dialogar contigo,
pero el cansancio del ajetreo diario podía más que nosotros, pero aun así te
esperaba e intentaba ganar terreno, que confiaras en mí, que sintieras la
atracción que me producías. Siempre he sido una persona muy intuitiva, la labor
diaria de la escritura me ha hecho desarrollar aquella habilidad y pasión por
comprender la esencia de cada persona que me rodea, hiciste que creara al menos
un poema pensando en ti, hoy escribo porque no estás a mi lado y revivo en mi
mente nuestras propias experiencias, el reconocimiento íntimo de nuestros
cuerpos, aún te deseo, no sabes cuánto y sé que tú también me deseas, pero
mantener una relación, convivir junto a otro se me vuelve tan difícil, sé que
captaste la sensibilidad de mi ser, me lo dijiste en tus propias palabras, me
consideraste especial e inteligente, lo que me ha acompañado durante mis 22
años de existencia y que hasta el día de hoy ha generado un magnetismo
particular que no cualquier persona es capaz de producir. Tal vez se deba a que
sé amar, a que me entrego absolutamente cuando me enamoro, por ello me cuesta
tanto olvidar, me impregno de las energías de quienes han pasado por mi vida.
Si no hubiese sido por las circunstancias de la vida, jamás nos hubiésemos
conocido, quiero que sepas que fui feliz y que espero que podamos construir
momentos juntos.
La
vida es una imprediscibilidad de momentos, no obstante, sé que tú estarás para
mí y yo para ti, compartiremos vivencias que recordaremos o, al menos,
procuraré recordar con el tiempo. Han pasado días desde aquel encuentro que no
fue casual, fue la determinación de nuestros cuerpos que ardían de una pasión
desatada. Amanecer junto a ti es una sensación imborroneable, el frenesí de
nuestros cuerpos bullentes de espasmos matutinos, por acallar nuestros deseos
más profundos e íntimos.
Quién te piensa, J y R.
José Patricio Chamorro, 04/10/2013, Santiago de Chile, Ñuñoa.
La lectura de tus ojos.
Tu
mirada me habla encendiendo mis solitarios días por la mañana
Tu
cuerpo me pide un aliento silencioso, un beso de medianoche
Deseas
que recorra tu cuerpo desde la punta de tus labios, hasta la incertidumbre de
tus pies
Te veo
y me enamoras a cada instante, sensaciones encontradas,
Ámame como
si no hubiese un mañana, escucha mis latidos, deseémonos amor mío
Crucemos
la voluntad férrea de nuestros cuerpos inventariados de recuerdos
Que esa
noche en la que entregamos nuestros cuerpos, sea el
principio de nuestro enamoramiento
placentero
Quiero
que palpes mis manos que serpentean en los intersticios de tu cuerpo
Extáseame
en las letanías de una erótica descarnada
Plasma
la energía de tu vitalidad ensimismada en mis miembros furibundos
Orgásmicos
placeres desenvolveremos en tu cama encriptada
Eres tu
humanidad de intrigas lúdicas en mis deseos más profundos.
José Patricio Chamorro, 03/10/2013, Santiago de Chile, Ñuñoa.
miércoles, 2 de octubre de 2013
Testimonios de la vida de un escritor.
Ya es tarde, el día está
culminando y me encuentro en la disyunción personal de mis pensamientos y
sentimientos, en la precariedad de una vida que ama, anhela y desea. La
felicidad es un estado que en primera instancia se me viene a la mente, siempre
lo he considerado tan transitorio, quisiera vivir tanto, acumular tantas
experiencias vitales como mi vida misma pudiese y, sin embargo, cada día que
pasa me convenzo más que no sé qué es la vida, de qué está hecha, sus
materiales, sus visiones. Al fin y al cabo, no serán jamás unívocas, pues cada
persona guarda su relación personal y estrecha con la vida, procuro aprender de
ellas, acerca de lo que han vivido, de qué pasado ha delineado sus rostros,
cuánto han sufrido y cómo lo hacen día a día para subsistir. Yo lo hago a
través de mi escritura, aunque más por arte que por oficio, no obstante, sí
considero que puede haber una profesionalización de la escritura, pero ésta
jamás sustituirá a la esencia del arte mismo, a escribir sin limitaciones de
tiempo y espacio, que tanto nos imponen las circunstancias de la vida. -Hace
frío, me abrigo, no someto mi escritura al procesamiento y flujo automático de
mis pensamientos, hoy estoy aquí, mañana no lo sé, pero al escribir me siento
más vivo, un café, placer, lecturas, una buena música y compañía, son mi máxima
felicidad.
Cada
día que pasa, veo y absorbo más experiencias, a veces siento que he vivido todo
y otras que he vivido nada, cientos de personas atraviesan mi vida a diario,
pero quizás se deba a la soledad de mi espíritu, que vaga en este mundo, que
nació para amar y para pensar que sólo dedico mi vida y escritos a personas que
me parecen significativas en mi propia vida. Me instruyo lo más que puedo, a
veces quisiera estar en más lugares y aprender más aún de todo cuanto me depare
el destino, la vida y mi propio entendimiento. Hoy sé que existo y si bien
siempre he sido el mismo ser, he comprendido que jamás un amanecer es igual a
otro, que las personas necesitamos ser amadas y comprendidas, que las ideas no
surgen de la nada, que podemos direccionar nuestras vidas a través de una mente
y manos maestras, que mientras tengamos el vigor de la juventud, la paciencia
del pasar de los años y mantengamos nuestra esencia, firme y con la cabeza en
alto, la vida jamás nos pasará por encima. Hoy estoy solo, me gusta esa
sensación, me reconecto con mis propios sentires , paradojalmente, a un par de
cuadras de donde vivo se está realizando un concierto masivo. Podría estar
allí, ser uno más entre la multitud, sin embargo, mi propia voluntad y forma de
ser y actuar, me dicta que no, que siga mis propios consejos, que pese a que
pueden estar sujetos a errores e imprevistos, que permanezca en este estado
burbujeante que es una soledad acompañada. Mientras me mantenga lúcido, tenga
un buen libro al lado y como me suelen decir, mantenga el don inmaculado de la
palabra, aunque me encuentre en cualquier lugar del mundo, jamás estaré solo.
Hoy
pienso y miro hacia atrás, es un ejercicio que hago más o menos a diario, pues
he registrado los más mínimos detalles de mi vida, para recordar hasta los
detalles más nimios de lo que he ido viviendo, pese a que aunque se pudiese
desarrollar una aguda pluma y un don sublime en la descripción a través de las
palabras, la realidad, la vida misma, es inabarcable.
Por otra parte pienso, que estar en esta
sociedad donde nos señalan una y otra vez que debemos competir frente a los
otros para ser alguien en la vida, donde me causa un incoformismo extremo, pues
en lo personal, toda mi vida he sido el mismo ser, independiente de dónde y
frente a quién me encuentre. Cada acción que realizamos, cada movimiento, cada
acto y pensamiento definen nuestra propia existencia. Pues bien, haciéndole
honor a aquella forma de entender la vida y convivencia social, es que uno
termina poniéndole su sello personal, su marca, su nombre, a cada escrito,
trabajo intelectual, artístico, invento, experiencias, imágenes, fotografías y
cuanto centenar de vivencias y ocurrencias tengamos. Nuestro nombre y firma, si
bien en parte fundamental nos definen y dan cuenta de lo que somos o lo que
pretendemos ser, nos hace caer en un individualismo exacerbado, anulando a
otro, que al igual que uno, lucha por subsistir, que teniendo o no condiciones
similares de vida, herramientas o facultades, al igual que cada persona,
intenta ser alguien en la vida. No
obstante, me vuelvo a hacer la misma pregunta, ¿Por qué es necesario ser
validado por otro, para confirmar nuestra propia existencia?. ¿Por qué es
necesario que el otro conozca nuestro nombre, a título de qué?, cuánto
anonimato existió y pre-existió en diversas épocas literarias y escriturarias.
En
innumeras veces siento, acaso quizás no me equivoco, la escritura se transforma
en una suerte de defensa personal frente al otro, que es distinto a mí, un
soporte que nos individualiza, que pone límites pre-fijados, pues cada persona
es impredecible y cada cual actúa de determinada manera frente a las
circunstancias de su propia vida, espero no perder la esencia reflexiva y que
mi mente guíe cada acto y recuerdo, escrbir para recordar, mantener el legado
de la memoria, con esas palabras me quedo en este día, las etapas de vida de
cada escritor son un enigma en sí mismo, quién sabe, si quizás en un par de
años, me vean enfrascado en el desciframiento de mis propios pensamientos y
escritos de juventud.
José Patricio Chamorro, 02/10/2013, Santiago de Chile, Ñuñoa.
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Mi arte poética
Arte poética (José Chamorro)
Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...
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