miércoles, 30 de agosto de 2017

Lucidez creativa o resignación: La inminencia de la muerte.


¿Al final de la vida renegar de la propia existencia, la escritura y la creación artística es un acto de lucidez creativa o resignación ante la inminencia de la muerte?

            Sin duda alguna tal vez solo nos quedarán las experiencias y ni aun ello nos llevamos a la tumba. Pues todo se va con la vida misma, lo que fue, lo que fuimos, aquello por lo que luchamos hasta el último instante de  nuestra existencia terrena. ¿Vale la pena entonces vivir si nos sabemos desde que nacemos seres para la muerte?, ¿En qué momento tomamos consciencia del paso del tiempo, de que nuestros cuerpos se desgastan, hasta sucumbir? La muerte es una realidad, pero la invisibilizamos o renegamos de ella mientras vivimos, pero está ahí, latente y acechando recordándonos que el tiempo es efímero y que tenemos las horas contadas.

Las decisiones de las que nos hacemos cargo en este omnipresente devenir de experiencias vitales a ratos nos traicionan y nos juegan al azar con los reveses del destino. ¿Cuántas veces nos hemos caído y nos hemos vuelto a levantar?, ¿Dónde nace la fuerza vital y las ganas de darlo todo una vez más, aunque sepamos que la mayor satisfacción es solo haber vivido? Tal vez ahí radique la respuesta. Lo que cuenta no es huir ante el sobrevenir de la muerte, sino en cuánto de nuestra esencia dejamos en las huellas del andar, ese caminar intrínseco al ser humano, que aun con sus vicisitudes, merece la pena experimentarlo. La vida es un continuo experimentar, atreverse, aun cometer errores, puesto que de ellos nace la voluntad de resurgir una vez más. Desde el más allá silencioso de los días atormentados, en los que no sabemos dónde ir, en que nuestros rumbos se sumergen en la deriva de las indecisiones, de las incertidumbres, del no saber cuál es el camino que debes elegir. ¿Y ahora qué? Una nueva oportunidad para vivir plenamente, para sentir y enamorarse con los sonidos más profundos de la tierra, ese eco perenne que nos hace humanos. Ser conscientes de nuestra mortalidad es el obsequio que aun los dioses desearon poseer, vivir  es probablemente el acto más rebelde que podemos acometer contra el destino, en una cultura y sociedad donde no trabajamos para vivir, sino que vivimos para trabajar. Es ahí cuando nos olvidamos de vivir el presente, el ahora, puesto que es lo único que nos queda y precisamente es nuestro mayor regalo.

En la vida prima la ley del todo o nada, vivir o morir, no hay tintas medias. A veces podemos habitar físicamente una existencia, sin embargo, cuánto autómatas no nos cruzamos en las calles de las ciudades, personas que como borregos transitan hacia la muerte.  ¿Qué sucede cuando en ese acto de cordura, lucidez si se desea perdemos aquello por lo que tanto se ha luchado día a día?, cuánto estuvimos dispuestos a dar por la escritura o la trascendencia, ese eternizar de momentos que no regresarán. Todo, sin duda, absolutamente todo se puede desvanecer en un momento fugaz y la manivela del reloj, inexorable, implacable con su hoz nos advierte que nuestra función está a punto de llegar a su final.


                                    José Patricio Chamorro                                  31 agosto 2017.

martes, 29 de agosto de 2017

Apuntes Escuela de Espectadores críticos. Teoría del Cine. 19 agosto 2017

Apuntes Escuela de Espectadores críticos.
Teoría del Cine.
Dictado por: Jaime Córdova.
(Periodista, Magister en Comunicación y autor de libros del cine de terror británico).
19 agosto 2017
Introducción al lenguaje cinematográfico.

-“Las imágenes y la discursividad”
-¿Qué es el cine?: Proceso de Contemplación de la imagen.
-Concepto de arte: Goethe.

-Arte, evasión, homo sapiens/homo ludens: Actividad libre, separada, incierta, improductiva, ficticia.
Espectáculo: Efecto psicofisiológico: Visual y auditivo (marketing)

Cinematografía: Arte y técnica de registrar imágenes en una película.
Posee 5 características básicas: Cámara, composición, color (sensación específica producida en la retina por las diferentes longitudes de onda de la luz), continuidad y contraste.

-Modernidad: “reírse del pasado”, ej: El Quijote como parodia de la Edad Media.

-Posmodernidad: “Mezcla sin sentido de elementos del pasado a los que se les da una forma aparentemente nueva”. (Imposibilidad de ser creativo)

-El cine chileno aún no ha producido películas que den cuenta de las problemáticas complejas que atañen socialmente (Postgolpe, educación).


-“Las callampas”, Rafael Sánchez.   (Se hacen cargo de la desigual realidad chilena)
-“3 miradas a la calle”

*Año 2014: La muerte del cine propiamente tal. (Ahora estamos en un tiempo de nuevos dispositivos digitales), es imperiosa la creación de neologismos para nombrar esta realidad.

*Lorenz de Arabia.                *David Lihn                           *Ignacio Agüero
* Tarantino                             * Silvio Caiozzi                      *Hermanos Cohen

-“Dulce país” / “Estado de sitio”: Jack Leman.

Narratología: Gerard Genette, Tzvatan Todorov, Humberto Eco, Vladimir Proff: “La morfología del cuento”
-Concepto de Mauro Baptista.

Historia: Serie cronológica de acontecimientos contados.

Relato: Es la manera como se cuenta una historia. La narratología en tanto forma de estudio, apunta a analizar la producción de sentidos de las imágenes y el sonido.

Clasificación: Narratología del contenido o temática.

Narratología de la expresión o modal.

Focalización Cero: (Ej: Moby Dick, interna, externa.
(La ballena representa la imagen de Dios): Es preferible hacer adaptaciones lo más distintas posibles a las fuentes literarias. (Visión sobre una obra; es lo que identifica a un autor de un artesano)

*”El corazón de las tinieblas”, Orson Wells.
*”Memento” (fragmentación del relato)

-Focalización cero: El narrador sabe más que los personajes. Conoce sus deseos, anhelos y secretos. El relato entonces está en tiempo presente.

*”El proyecto de la bruja de Blair” (focalización interna)

-Focalización externa: Propia de películas de misterio, detectives). Puede haber una doble temporalidad. Ej: Una focalización cero en pasado, pero el narrador sitúa la historia en apariencia en tiempo presente.

Ej: “El ciudadano Kane” (Oson Wells)

Rosebud (Representa la inocencia y la niñez perdida) / Xanadú
(El anhelo de una vida y los recuerdos, por tener que administrar una fortuna)

Ocularización cero: Se emplea cuando la cámara actúa registrando una acción sin tomar en cuenta el punto de vista de ningún personaje: Cámara objetiva/ nobody shit.

Ocularización interna primaria: Cámara subjetiva.

Interna secundaria: La subjetividad está construida por el montaje. Plano/contraplano. Lo que se ve en la imagen se condice con la mirada del personaje. (Subjetividad centrada a través del montaje).

*John Ford                             Película: “El arca rusa”
“El luchador”, “3 hombres malos” (1927), “La mascota del regimiento” (1937)

“Las diligencias” (1939)   *Presencia de una estética autorial.

Apuntes Escuela de Espectadores Críticos. 12 agosto 2017.

Apuntes Escuela de Espectadores Críticos.
Historia del cine documental chileno.
Expositora: Susana Díaz.
12 agosto 2017.

-El documental como construcción subjetiva de la realidad.

-Investigación de las fuentes y registros: Directos e indirectos. ¿Cuándo es recomendable emplear una u otra?

-Documentales expositivos y de observación (directa)

-Bertaud (cine) *Sergio Bravo (Mimbre, 1958)

-Escuela de Cine experimental de la Universidad de Chile.

Problemas del archivo documental contemporáneo: Derechos de imagen.

*Ética y estética

*Surire *Un hombre aparte * Sinfonías urbanas (concepto)

*”Videogramas de una revolución”

*Panóptico controlado por el Estado. (cámaras en la ciudad)

MAFI (Registros audiovisuales U Católica)

“El viento sabe que vuelvo a casa”, Torres Leiva.

*Puesta en escena. Ej: “La once”
*Pedro Chaskel                     *Herbio Soto                                      *Leo Céspedes
*Héctor Rios                        * Carlos Flores
*Nostalgia de la luz.

-La llegada de la Modernidad acentuó la desigualdad social.

Película: “Venceremos”: Discurso por contrastes.

¿Ha cambiado Chile en materia de desigualdad?

-Cine militante vinculado a la coyuntura histórica.

-“Crónica a un comité”, “Pejesapo”

-“Manifiesto del cine chileno”

*Aldo Francia            *Ignacio Agüero                    *Carmen Castillo                   *Gonzalo Justiniano
*Cristián Sánchez                  *Juan Carlos Bustamante                  *Juan Dawney
*Miguel Litin                         *Leo Céspedes.

-“Historia de cine experimental de la Universidad de Chile”

*”A Valparaíso” y *”Mimbre”
-Encuadres y geometría en la grabación y el enfoque de la cámara.

*Rafael Sánchez                                *Raul Ruiz                             *Sebastián Silva

*Archivos cineteca U de Chile.
*Los planos como unidad orgánica: “Surire”, Perut
.
-Documental contemporáneo de observación (MAFI)

-“El primer año” (Película sobre el gobierno de Allende”

*Patricio Guzmán (La batalla de Chile), película en 3 partes.

-Jorge Muller. (camarógrafo asesinado en dictadura)

*”El botón de Nácar”, “100 niños esperando el tren”

-Agüero: “Cómo me da la gana 1 y 2”

-Postmemoria: Carmen Castillo, Góngora, Paulsen, María Paz González, Maite Allende

“El fondo del aire rojo” y “No olvidar”, Agüero.

“Casa particular”, “No más”: Gloria Camiroaga. (Video arte, performance)


-“Hija de perra”, “La venida”

domingo, 27 de agosto de 2017

Roberto Ampuero: El canon, La verdadera literatura chilena actual. Editorial Mago, 2012. 69 páginas. (2013)


¿Cuál es el rol de la crítica en el establecimiento de un canon literario? Se suele hablar también de la crítica como un lugar de tránsito e incluso que ésta se instaura como una práctica secundaria, sobre todo en los períodos de mayor auge político-ideológico, donde actores sociales eligieron el camino de ser críticos de arte/literatura por una forma de sobrevivencia. Otro tema no menor en lo concerniente a la crítica y sus propias características y vinculadas a la obra de Ampuero, es una escritura de carácter posmoderno, donde Rivera para ejemplificar dicho proceso ha seleccionado una de las variadas obras del escritor, “La otra mujer”.

Su propia trayectoria literaria y académica, ya nos da cuenta de lo central que resulta el estudio de su obra para las letras chilenas, por ello son numerosas las tesis hechas en relación a su escritura, las que van desde pregrado (artículos, notas, reseñas, tesis), hasta de postgrado. Es así que cuenta a su haber con un amplio espectro de obras, pertenecientes las primeras de ellas y quizás a las que les debe su mayor reconocimiento, es la Saga del detective privado Cayetano Brulé, novelas policiacas: “¿Quién mató a Cristián Kustermann?, Editorial Planeta, 1993. Boleros en La Habana, Editorial Planeta, 1994. El alemán de atacama, Editorial Planeta, 1996. Cita en el Azul Profundo, Editorial Planeta, 2004. Halcones de la noche, Editorial Planeta, 2005. El caso Neruda, Editorial, Norma, 2008.”[1] Otras de sus novelas son Nuestros años verde olivo, Editorial Planeta, 1999. Los amantes de Estocolmo, Editorial Planeta, 2003. Pasiones griegas, Editorial Planeta, 2006. La otra mujer, Editorial Norma, 2010. El último tango de Salvador Allende, Sudamericana, 2012.

“La otra mujer”, sirve de sustento crítico para leer las claves de la novela posmoderna en Ampuero, donde se nos presentan rasgos como la autorreferencialidad y la autorreflexión, así como la metatextualidad. Es preciso describir para el lector ajeno a la teoría literaria, que la escritura en clave posmoderna se caracteriza por ser una construcción discursiva, que en la novela se traduce en una tematización de su propio discurso. Para ello la novela de Ampuero es erigida bajo los presupuestos teóricos sobre la posmodernidad, formulados por  De Toro, a saber cuatro dispositivos teóricos básicos: “a) La claudicación del logos. B) El fin de los metadiscursos o metanarraciones. C) La descentración del sujeto. D) Hibridez como nuevo sistema epistemológico: nuevos conceptos de realidad y verdad.

Pero cabe preguntarse ¿quién es Roberto Ampuero? Nació un 20 de febrero de 1953 y desde niño su personalidad fue delineando y perfilando sus propias características, que le valdrían del apodo “camaleónico”, dado sus constantes y volubles cambios anímicos, no era extraño percibir en él un constante cambio emocional de amor y odio. En relación a su formación, destacaba ante todo sobresalientemente por su talento para las matemáticas. Por la actitud que tenía ante la vida y su filiación constante con el poder, sin discriminar sexo, actividad, edad. Un dato no menor es que desde temprana edad tuvo una activa militancia política, ingresando tan sólo a sus siete años de edad a la Jota del Partido Comunista de Valparaíso. Su posterior formación universitaria estaría conformada por estudios de Antropologías social, en las mañanas y Literatura Latinoamericana en las tardes, ingresando en 1972 al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile en Santiago. Su pasión y vocación literaria comienza de manera incipiente ya desde sus estudios en el Liceo, no despreciando las matemáticas que lo acompañaron en su adolescencia.

Taller de Crítica Literaria – Facultad de Filosofía y Humanidades- Universidad de Chile. Santiago, 2013.





[1] El canon, La verdadera literatura chilena actual. Vol. 2  Roberto Ampuero. Editorial Mago, 2012. Pp. 21.

jueves, 24 de agosto de 2017

Posibilidades de amor, la historia que escribimos juntos. (Monólogo interior)


Lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Tus ojos brillantes me miraban como un relámpago en medio de la oscuridad. ¿Me susurraste al oído un te amo?, ¿un te quiero cosita linda? o tal vez fue la ilusión que sentía en ese momento en que se me revolvía el mundo como mariposas revoloteando, lo que extravía mi memoria cuando te conocí. Hubiese sido lindo. Nuevamente me autoengaño, me niego a pensar que todo acabó tristemente. La verdad de las cosas es que yo te amé, pero aun de eso no puedo estar seguro. Ese día habíamos quedado de ir por un café, servirnos algo en el centro de la ciudad. Una llamada resonó en el fondo de mi habitación, sí, así fue. Cambio de planes. Una emergencia familiar hizo que cancelara contigo. Te quería ver, lo deseaba tanto. Solo te había visto en fotos. Tenías un atractivo inusual. Era blanquecina, pero con un tostado ligero tu piel. No, era más bien pálida, pero tu rostro, sí, tu rostro me cautivó. Eras la persona más bella que había visto, al menos en fotografías. Nunca pudimos ir más allá de nuestras computadoras. Si se pudiese traspasar la pantalla y tocarse más allá de la distancias. ¡Qué locura! Sí, sin duda muy disparatado.

Volví tarde, eran pasado las 2 de la madrugada. Mi apartamento solitario, era atravesado por un silencio sepulcral. Encendí la computadora apenas llegué. Tenía dos mensajes tuyos. El primero decía que esperarías mi llamada a cualquier hora, con tal de escuchar mi voz. El segundo, que me querías ver mañana, que me tenías una sorpresa. Esa noche dormí profundamente. Soñé con tus ojos alumbrando los paisajes, tus manos acariciando mis labios, tu boca inundándome de un éxtasis apasionado. La alarma sonó a las nueve de la mañana, era un nuevo día. El mejor de mi vida, te iba a conocer. Desayuné  tarta de manzanas que había preparado mi madre cuando la fui a ver. Su textura, el sabor de la fruta confitada cómo olvidarlo. Abrí mi computadora. Un nuevo mensaje. Me escribías que estarías esperándome a las 2 en punto de la tarde para almorzar juntos en el restaurant que quedaba a unas calles de mi apartamento.

Esa mañana me vestí lentamente, escogí cada prenda de ropa como para una ocasión especial. Sin duda lo era, al fin nos conoceríamos. Los jeans claros los descarté de plano, quería algo más formal, sin parecer anticuado. Unos pantalones beige me sentarían bien. La camisa fue fácil elegirla. Recordaba que en una de nuestras conversaciones te gustaban los hombres con camisas a cuadros, que se veían más varoniles me decías coquetamente. Ahí estaba, con mi tenida perfecta para conocerte. Me puse unas gafas de sol y pasé primero a una barbería donde sentía al menos que estaba medianamente presentable para la ocasión.

Estaba atrasadísimo, corrí esas cuadras a paso raudo, sin detenerme. Faltaba una cuadra para llegar. Esos ojos eran indiscutiblemente tuyos. Caí rendido. Me arrebataste más de un suspiro en menos de dos segundos. Cruzaste la calle, tu cálido abrazo encendió en mí el más profundo afecto. Me había vuelto a enamorar. Tu voz era una delicia para los oídos. Intercambiamos un par de palabras. Me comentaste lo bien que me veía, que me veía incluso aun mejor de lo que imaginabas. Desde ese momento todo se sucedió rápidamente. Sirenas, bocinazos, aullidos de perros callejeros, se me confundían en el ruido de la ciudad. Me dijiste que guardara la calma, que entrara al restaurant, que irías a ver qué ocurría. Sentí miedo, el pánico me envolvió y como autómata me refugié detrás de un banco. Un disparo al aire. Gritos. Horror. Muerte. Otro disparo al aire. Personas corriendo sin detenerse. Un último disparo. El ruido cesó, mi corazón se detuvo. En menos de un minuto había un tumulto de gente rodeando el restaurant, policías y una ambulancia que venía en camino se dejaba escuchar. Un charco de sangre y tus ojos. Por Dios, tus ojos me buscaban, me querían decir el último adiós.
Me abrí paso en el tumulto y me arrodillé a tu lado. Te amo me susurraste al oído. Te quiero cosita linda, lamento no haberte hecho feliz. Fueron tus últimas palabras. Desde ese día me invento finales cada vez que cruzo esa avenida, aquella en la que hubiese sido posible amarnos y escribir una nueva historia junto a ti.

José Patricio Chamorro, 25 agosto 2017.

El viaje existencial. (24 agosto 2014)


El viaje existencial nos permite revivir los momentos a través de la escritura, volver el tiempo hacia atrás y recordar como por medio de relampagueos aquellos atisbos de memoria, los recuerdos vívidos del ayer. La creación tal cual la planteaban los surrealistas, es un acto puro, casi como una catarsis, que nos permite purgar nuestras acciones. 

Así es un poco la vida, ese conjunto de instantes y vivencias que al aunarlas nos dan ese todo que fue y ha sido nuestra existencia, las palabras son un mero apoyo para aquel proceso, lleno de experiencias y aprendizajes, pues el tiempo no transcurre en vano y siempre habrá algo de nosotros en él, una especie de aura que nos rodea como cuando escribimos, ya que si traspasamos aquello a cada acción de nuestra vida, alcanzaremos el secreto, el mantener la calma y tranquilidad en todo momento, para atraer lo bueno, lo positivo a nuestra vida y alejar lo negativo, agradecidos por lo que nos rodea, por lo que tenemos y visualizar lo que queremos cambiar y deseamos más profundamente, pues todo es una atracción y para quiénes solemos ser imaginativos, las más de las veces se hacen realidad nuestros sueños.

Las vibras también son fundamentales, es decir, rodearnos de personas que estén en esa actitud, en ese ritmo circadiano. La existencia no es fácil, no hay tiempo para las indecisiones, ni para girar la manivela hacia atrás, sólo continuar, pero entre más armas conjugamos y usamos, más facilidades tendremos para sortear los obstáculos que se avecinen y resolverlos con prontitud. No importa el pasado, que a veces es consecuencia de lo inconsciente de nuestras acciones, sino que el fundamento primordial, es lo que hacemos en nuestro presente, para crear nuestro futuro. Si planifico o no, si priorizo o no, o cualquiera de aquellas elecciones determinarán el paso siguiente, a veces a algunos la vida le resulta más simple siguiendo sus instintos, lo que ellos creen, ya que las creencias personales, nos permiten hacer mejores elecciones o al menos que están en mayor sincronía con nosotros mismos. Es precisamente el conocerse a sí mismo un paso agigantado en las etapas de nuestra vida.

Rosas de amor. (Corriente de la consciencia)


Camino a la deriva. Se hace de noche. Miro el reloj. Veo plazas desoladas. Amantes ocultos en la oscuridad. Todo me parece nada, mentiras inconclusas. Se hizo añicos mi reloj en el suelo. Son  promesas de amores que no volverán. Pensaba en la tarde que habíamos compartido, en los planes futuros, en los viajes a ciudades en los que nuestros ojos se posarían como en una postal en sepia. ¿La recuerdas? Esa postal que me regalaste antes de partir. Cómo olvidarla. Cómo olvidarte. Tus caricias, tus gemidos nocturnos. Te amaba. Te amé. Te amo. ¿Te amaría? Lo nuestro era imposible. La decisión ya había sido tomada. Me senté en el banco en el que tu mano se había entrelazado con mis dedos y centré mi mente en aquel preciso instante de un recuerdo fugaz en que te robé un beso. La pasión inundó el éxtasis de mi cuerpo, me electrizaba. Los latidos de mi corazón palpitaban a mil por hora. Te deseaba mientras mis manos tocaban lo prohibido.  Era nuestro mayor secreto. Mi mente se pierde en tu cuerpo, el deseo aumenta, ya no respondo. Me miras. No sé qué decirte, te observo, te beso y me acurruco en tu bajo vientre. Te recuerdo y te me apareces fantasmagórica, un cadáver deambulante. Mi abuela era sonámbula. Murió, era buena la vieja, me quería, a veces siento que también la quise. Ella me cuidó de niño. Rosas le dejé en el cementerio ese día. Rosas también te dejé a ti el día que te fuiste. Está muerta. A veces tú también lo estás. Qué importa. Me invento finales, cambio la historia, me la cuento dos veces hasta que me la creo. Sé que volverás, lo sé porque me amabas. Yo también te amé. Obsesivo me dijiste esa noche. Posesivo. ¿Posesivo yo?. Las mujeres solo sirven pa la cocina y la cama me enseñó mi padre. No eras un objeto me gritaste. Las rosas cayeron al suelo. ¿Eran rojas?, sí, parecían la sangre carmesí de tus venas. El cuchillo era tentador. No me pude contener. Me miró. Tus ojos me miraban implorando acabar con todo. Fue tu culpa. Me lo pediste, tus ojos me lo pedían. ¿Por qué tenías que llorar? Rosas le gustaban a mi abuela. Rosas negras le dejé en su tumba. Perfume de rosas era tu piel desnuda en mis manos. Caían una a una deshojándose. Un charco escarlata rodeaba tu cuerpo. El cuchillo era tentador. Rosas negras. Estaba nublado, llovía. Fue como nuestro primer beso. A veces creo que aún te amo.

domingo, 20 de agosto de 2017

Crucifixión, el calvario de tu partida.

                Caminé a la deriva aquella noche, plazas desoladas de amantes afectos, lo inconcluso se hizo carne en promesas de amores que no volverán. Pensaba en la tarde que habíamos compartido, en los planes futuros, en los viajes a ciudades en los que nuestros ojos se posarían como en una postal en sepia. Te amaba, pero lo nuestro era imposible, la decisión ya había sido tomada. Me senté en el banco en el que tu mano se había entrelazado con mis dedos y centré mi mente en aquel preciso instante de un recuerdo fugaz en que te robé un beso. La pasión que inundó el éxtasis de mi cuerpo electrizaba los latidos de mi corazón, palpitaba a mil por hora, te deseaba mientras mis manos tocaban lo prohibido, aquello era nuestro mayor secreto.

            En una ensoñación me dormí y mis ojos se entreabrieron con los rayos del sol. Vi mi reloj de soslayo, las 6:30 de la madrugada. Estaba nuevamente en mi cama, aquella en la que compartimos tantos encuentros furtivos. Solo recordaba que después que te fuiste lejos en ese viaje del que tal vez nunca te vea regresar, me embriagué como si la vida se me fuese entre licores y vino. La ducha fría purgó mi pecado capital y mi cuerpo magullado de tristeza y desencanto por la distancia infinita que nos separa en ausencia de caricias. Desayuné como quién va de compras al supermercado, por la necesidad imperiosa de sobrevivir un día más con la esperanza de volverte a ver.

            Salí de mi habitación, descendí a paso firme por las escalinatas de mi apartamento sin saber dónde ir. Crucé avenidas, vi rostros oscuros, monótonos como animales rumbo al matadero en el vía crucis. Una mujer atravesó la calle. Furibunda, rabiosa, maltrecha y aterida con su rostro amoratado y una mancha carmesí se entreveía en su costado. Un hombre la alcanzó y la arrastró al interior de la iglesia. Campanadas retumbaron en toda la ciudad, solo yo contemplaba esa escena de espanto. Entré en ese habitáculo sepulcral en que las almas en pena buscan redención. Atestada por una multitud de feligreses, todos los cuales en apostólica postura se persignaban como santos misericordiosos. Retrocedí, mis ojos se enceguecieron por un momento que pareció una eternidad, horrorizado grité despavorido, nadie me oyó.

            La mujer que solo minutos antes había visto ser arrastrada hacia el interior del recinto mortuorio, se encontraba desnuda, magullada y ensangrentada en acto de crucifixión. El hombre que la había arrastrado ante mi mirada atónita, permanecía impertérrito en sotana clerical. Cáliz en mano y en consagración presentaba el cuerpo y sangre de cristo. Me desvanecí y caí rendido a los pies del altar, nadie se inmutó.

            Abrí los ojos, un malestar rodeaba toda mi humana corporeidad. Me sentía morir, lágrimas de agudo dolor recorrían mis mejillas. Me sentía observado y el temor circulaba por la sangre de mis venas. Mi vista mortecina se posó sobre la figura de un hombre agonizante, un charco de sangre se extendía desde el altar, hasta los pies de los impávidos fieles. Sorprendido, incrédulo, lo divisé por última vez, aquel hombre era la imagen de mi muerte. La sangre de mi costado se había vaciado por completo y me descubrí en el último rescoldo de mi existencia, en mis crucificadas carnes femeninas sobre el altar.

            Mis ojos lagrimeaban el sopor de una embriaguez apocalíptica. Vi la hora en el reloj de la habitación, eran las 6:45. Recién despertaba, no había sido más que una atormentada pesadilla por tu aciaga partida, quizás el presagio de que te volvería a ver. Interrumpidos se vieron mis pensamientos, alguien tocaba al timbre de mi apartamento. Me levanté de sopetón y me dirigí al vestíbulo, abrí la puerta y todo se me hizo más claro.

                                                                       José Patricio Chamorro, 20 agosto 2017.

viernes, 18 de agosto de 2017

Prosas poéticas para amantes primerizos.


A sangre y puño con besos de atardecer clamaba en el firmamento una torrencial lluvia invernal. Nos conocimos como quién se va para no volver, como errar inesperado en el julio de mis recuerdos de infancia. Era tarde, el sol se escondía en el crepúsculo de mis ojos, bajo la sombra de árboles escarchados en la añoranza infinita de las plazoletas donde los amantes furtivos dieron su primer beso. Amores de otro tiempo como fugaces pensamientos en la nostalgia del deseo, en paisajes pictóricos, en acuarelas agrestes y pálidas acariciadas por el terciopelo de tus manos. Las amantes manos que en mis caderas se posaron hasta el arrebatado suspiro de la ingrávida silueta de tu humanidad.
Indecorosa desnudez de un alma aprisionada en los ardorosos brazos de una pasión destemplada. Frágil memoria, ausente de la muerte en el correr de las ciudades a destiempo. Así te amé, así me cautivó la  primera vez que tu sonrisa despertó en mí la candidez de un primer amor, éramos dos jóvenes enamorados de la vida y sus cuentos  en la poesía de los encuentros amorosos. Tus manos rozaron mi mejilla y en ella el mundo se detuvo y dio un vuelco en 180 grados, me transportó a tierras lejanas, donde las personas se aman libremente, donde los prejuicios sociales no acallan la pasión de los amantes. Esperanza fue la primera palabra que a mi mente llegó, eso eras tú, el amor esperado por décadas de soledad.
Cuando tus labios pronunciaron tu nombre, tu voz se me hizo un deleite para los oídos, tu grácil andar en la vitalidad de tu mocedad veinteañera eran la flor descollante de los aromos florecidos. Sin pensarlo, aproximé mi mano a tu mentón y mis boca entreabrió tus labios y los impúdicos ángeles cerraron sus ojos porque tu piel sonrosada erupcionaba en los latidos de tu volcánico corazón, capaz de crear y destruir los cimientos de un paraíso perdido. Ése eras tú, mi amor sincero de juventud.


José Patricio Chamorro, 17 agosto 2017

viernes, 11 de agosto de 2017

Pensamientos: Tiempo de escritura. (12 agosto 2013)



"Necesito tiempo para escribir las ideas que bullen en mi mente, mis pensamientos, sensaciones como ser humano en esta tierra que recién empiezo a habitar, tantas historias, relatos que espero crear, cuyo germen está en lo más profundo de la simiente de mi mente, quisiera ahondar en las palabras y poder descifrar enigmas y misterios, que mi entendimiento traspase los muros de los idiomas, el espacio y el tiempo, poder escribir con la sabiduría de los años, entramados absolutos de poética narrativa, que refleje las experiencias de un ser que vivió para contarlas, que se sumergió en la vida humana misma, para contar lo no dicho, lo no visto, decir lo inexpresado, cantar lo inefable, escribir, tan sólo escribir, dando rienda suelta a sus pensamientos, como una máquina a vapor en la plenitud de la juventud. Retratar los espacios de la ciudad, el campo, las estepas, de este Santiago atormentado de un lluvioso día como hoy".

José Patricio Chamorro Jara, Santiago de Chile 12/08/2013.

La vida, cada día una oportunidad para ser feliz.

La vida, cada día una oportunidad para ser feliz.

Cada día es una nueva oportunidad para retomar rumbos o escoger seguir recorriendo otros. Cada momento y circunstancia tiene su razón de ser, al fin de cuentas la vida realmente merece ser vivida como un regalo,  una instancia en la que puedes fallar mil veces y volverte a levantar,  en la que puedes respirar un nuevo aire, sentir y volver a enamorarte. La vida es un torbellino de ensueño,  una añoranza, pero sobretodo un lugar para ser feliz. 

No debemos desperdiciar estos frágiles instantes de la existencia y aun las trivialidades tienen su encanto. La vida, es sin duda asombro, deslumbramiento y si perdemos esa magia es porque realmente necesitamos replantear el sentido de lo que somos y hacemos. Vivir es eso y mucho más,    es la memoria del trazo que tú elegiste dar.

Desprenderse, no atarse al pasado, vivir el presente y no cuestionar el futuro es la armónica sinfonía de un acto de rebeldía ante un sistema que se olvida del valor más grande, al que nada puede equiparar,  la vida misma. 

José Patricio Chamorro Jara
11 agosto 2017.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Las letras son mi pasión de vida. (10 agosto 2014).


Ojalá se pudiese girar la manivela del tiempo hacia atrás, regresar el tiempo transcurrido y convertirlo en tiempo recobrado. Para quién se sabe escritor, amante de la vida y viajero del alma, los años transcurren como una inexorable promesa no cumplida. 

Se avecinan cambios, lo presiento, aunque hasta ahora, en estos veintitrés años, cada cambio suele ser para mejor y cada cual más inesperado que el anterior, llevo conmigo más de aquello con lo que me vine, llevo cinco años viviendo relativamente solo, pues siempre he estado acompañado y he recibido mucho apoyo y energías de muchas personas en mi vida, sin embargo, la vida es un peregrinaje, un partir y mirar siempre hacia adelante, desapegarse a ratos de lo material, para alcanzar otras cosas a las que les atribuimos otro valor, quizás más simbólico, sentimental, emocional y hasta visceral.

No me da miedo la vida, no obstante, me causa pavor no saber qué vendrá, cómo reaccionaré y qué haré el resto de mi existencia, quizás poco lo saben y tienen la certeza de qué harán con su vida el día de mañana. Sólo sé que he escrito más de lo que hubiese imaginado desde que me adentré en el camino de la escritura como una forma de conocimiento personal y autoimpuesto, de que leía a Verne desde mi tierna infancia y cuando a los quince quise escribir una historia de aventuras, fue una de mis composiciones literarias que más me gustó y a la que más revisiones le di, cuando aún ni pensaba estudiar literatura, “Náufragos en la Isla petra”, la había denominado, era una novelilla o cuento extenso donde de a poco mis amigos de la adolescencia iban cobrando vida en aquella obra, sus nombres le daban una mayor cercanía cuando la escribía y mi imaginación y los días enteros que pasaba encerrado en mi habitación, donde salía sólo a comcer y recuerdo, que una vez no me detuve en la máquina escrituraria, sino hasta en siete horas, ahí descubrí que ésa era mi pasión y con el tiempo fui descubriendo que me interesaba no sólo la narrativa, sino también la poesía, empecé a conocer autores y ya no leía sólo bestseller, sino que ya recitaba autores de memoria y así empezó mi formación, hasta la fecha debo haber escrito unos 300 poemas y varias historias, fue también la época en que me interesó la filosofía, cuánta sabiduría, a los 17 estaba en una búsqueda sempiterna del conocmiento, hasta el día de hoy, donde también me ha llamado la atención el arte.

Qué espera de mí la vida, no lo sé, pero de a poco me di cuenta que me gustaba enseñar y con veinte años a cuestas, ya hacía un par de clases en mis horarios libres, transmitir mensajes, interactuar con otros y hablar de libros a mis anchas, sin que nadie me dijera nada, sino que imbuir a otros con el saber literario y mi afán por los debates y la divulgación de ideas. Llevo la mejor de las energias conmigo en este nuevo viaje, es un regreso a un lugar que me recibió bien por algunos años y que luego me vio partir y regresar cada invierno y verano, mi Chillán querido, que espero con ansias me reciba con los brazos abiertos para las ideas innovadoras que llevo conmigo, para formar talleres literarios y de poesia, para compartir en coloquios y para que de a poco las letras tomen las riendas de la vida que siempre debieron tomar, que las humanidades sean reivindicadas y que nadie pueda decir que quién estudió letras se morirá de hambre, que al contrario, quiénes luchamos por ella y hacemos de nuestra vida una pasión, seamos capaces de defenderla hasta que nos saciemos. La vida es un viaje, una aventura y el mañana, es sólo el siguiente capítulo de esta historia que empezaré a escribir.

Reencantos de juventud, ad portas de 26 años de vida.


¿Qué es el tiempo y su paso por esta vida sino estelas del errante caminar? La vida no son los años a cuestas, ni los pasos andados y desandados cronométricamente como reloj de arena, sino la certeza de haber vivido, de haber elegido caminos, desviado el rumbo, equívocos prematuros, aciertos a destiempo, imágenes de experiencias junto a las huellas de otras almas, aquellas que sin duda llamamos amigos. Para quién hace de la escritura su oficio, escribir unas líneas es un laberinto de vicisitudes, así como la vida que en sus múltiples encrucijadas acorta nuestro andar y pronto debemos buscar otras salidas. Vivir es un arte, una correspondencia de misivas a quiénes una vez estuvieron y ya no están, a aquellos cuyas distancias físicas nos separan imprevisiblemente, pero que más temprano que tarde nos volverán a acompañar.

Las experiencias van y vienen como las estaciones del año que se suceden una tras otra, dictaminando la sentencia de un nuevo año que llega y otro que se fue. La espera se vuelve esperanza de hacernos más sabios en el camino, de aprender que nada es al azar, que somos caminantes con destino y que lo que verdaderamente vale es cuánto amor y entrega hemos puesto en esas huellas en la arena del tiempo ido. Amar, el amor, ese espacio que separa la muerte del más puro sentimiento que es dar sin esperar correspondencia, de desear felicidad a aquellos que han compartido junto a nosotros. Las más de las veces desacuerdos, contrariedades nos separarán, pero sabemos que en lo profundo de nuestro sentir, nuestros amigos, pese a las diferencias de pensar, sentir y actuar jamás nos abandonaran.

 A veces una palabra basta para destruir una amistad de años construida con tal dedicación, así como se cultiva una flor. Sin embargo, las palabras, aquello que la lengua madre nos dejó a través de su belleza de sonidos y significados  también son capaces de construir y cimentar auténticos lazos de amor, que perduran en la fragilidad de este peregrinaje que llamamos existencia y son ellas las que protagonizan los actos más puros del corazón, de ese músculo que no pocas veces nos traiciona, nos acobarda, pero que también nos enamora.

Ad portas de mis 26 años creo más que todo que como lo he escrito antes que cada nuevo año que llega, es una invitación a enamorarse de la vida, a reencantarse de los detalles, de sus colores, aromas, sonidos, experiencias, paisajes y personas. Tal vez es el único viaje del que tenemos certeza que una vez iniciado tiene un final, pero por ello hagamos que cada minuto, cada respiro y sobretodo cada palabra dicha y pronunciada sea el mayor regalo que podamos dar y darnos cada día.


José Patricio Chamorro, 23 de julio 2017.

Análisis Poesía Inconclusa de Jorge Cid.



                El poemario que ha llegado a mis manos, pese a su nombre “Poesía inconclusa”, es un todo acabado en sí mismo que cobra vida propia a través de las letras y sentimientos, en palabras del autor: “La poesía nunca concluye, siempre está expresando una respuesta. El lector construye sus propios significados”. En efecto, el lector construye sentidos, le da vida a los textos. ¿Acaso podría existir la literatura sin lectores? En él encontramos poemas tan certeros tales como “No sé nada”, donde irremediablemente se me vienen a la mente frases célebres como la de Sócrates en su “sólo sé que nada sé”, con el que daba luces sobre su sabiduría al reconocer su propia ignorancia o como en el caso de Jorge Matamala, sobre su lucidez y compromiso con la sociedad en la que le toca vivir. También destacan poemas como “Caída de la noche I y II”, cuyas personificaciones y sinestesias nos embargan nuestro sentir en múltiples emociones.

            Entre las temáticas más reveladoras que aborda la poesía de Jorge Matamala se encuentran el retorno a la infancia, la fugacidad de la vida “Tempus fuguit”, lo efímero de nuestra existencia, que nos invita a vivir cada momento como si fuese el último. De igual manera hay poemas que nos invitan a ser otros, a transformarnos, donde la propia identidad se diluye. El amor, el erotismo marcan una de las tónicas centrales de su escritura, en “Anoche como a las doce” y “Poema errante”, surcados por la oscuridad de la noche y los contrastes con el ajetreo diario de las grandes urbes y ciudades con un lenguaje sencillo y cotidiano que erotiza los sentidos.

 Es en las grandes ciudades donde se siente el peso de la soledad y el escritor no puede quedar indiferente a ello, la melancolía, el sopor, el frío del invierno, el silencio son reveladores de este malestar en una sociedad de la que somos parte, pero que prácticamente no nos ata ningún sentido de pertenencia. Todo ello con dejes irónicos en su poema “Digno de honor”. En definitiva, es un libro que se devora, son 20 poemas que se hacen carne en las palabras, en el paladar, donde la noche nos invita y envuelve en el vapor etéreo de su oscuridad en “La noche etérea” y  la memoria es un viaje del alma, un“Deja vu”. La vida misma es una condena, es la muerte nuestra mayor sentencia, pues el existencialismo se apodera del poeta, se vuelve un arma de doble filo.




José Patricio Chamorro

20 mayo 2017.

El mercado de Chillán: Un bien social de nuestra comunidad, ¿Socialmente valorado o económicamente capitalizado? (5 Noviembre 2014).



El mercado de Chillán: Un bien social de nuestra comunidad,


¿Socialmente valorado o económicamente capitalizado?



El mercado, lugar de tránsito permanente, de un flujo, de un ir y venir incesante, donde afloran lo social, lo económico, en una red orgánica, un tejido articulatorio, que visto desde una perspectiva lingüística y en estos términos es posible comprenderlo a través de la noción de mapas semánticos, cuya red de significados, engloba distintos ámbitos sociales. Bajo esta premisa es un espacio donde se gesta lo mejor de la convergencia social, el intercambio mercantil en lo económico, cuyo símbolo se materializa en el intercambio de bienes materiales tangibles y servicios intangibles con valor monetario a pequeña y mediana escala en donde se produce la convivencia de diversos estratos de la sociedad, siendo por ello un lugar que ha sido y es patrimonio histórico, donde persiste la insistencia de la memoria y la memoria del ayer. Sin duda alguna, como suele pasar con el patrimonio nacional y nuestros valiosos monumentos históricos, no se les da el merecido valor que se han ganado con el pasar del tiempo, con lo significativo que es en tanto sociedad.


Para comprender mejor la noción de patrimonio cultural y advertir el estatuto desde el que se sitúa el mercado de Chillán, en tanto, bien material tangible y perteneciente a la comunidad chillaneja, por tanto, bien y patrimonio colectivo, es que será abordado desde la perspectiva de diversos autores y definiciones, para aclarar así el término Patrimonio cultural:


“El patrimonio cultural es un conjunto determinado de bienes tangibles, intangibles y naturales que forman parte de prácticas sociales, a los que se les atribuyen valores a ser transmitidos, y luego resignificados, de una época a otra, o de una generación a las siguientes. Así, un objeto se transforma en patrimonio o bien cultural, o deja de serlo, mediante un proceso y/o cuando alguien --individuo o colectividad--, afirma su nueva condición (Dibam, Memoria, cultura y creación. Lineamientos políticos. Documento, Santiago, 2005).”[1]

Es una noción dinámica, en movimiento, que se crea y recrea continuamente, de manera paulatina, es un proceso y ello es fundamental para entender esta red semiótica que se teje en torno a la idea que como emisores de un discurso lingüístico, hacemos referencia al nombrar al lugar físico, cuyas características como el de un lugar de uso público, de convergencia social y de intercambio económico, es que denominamos “Mercado“:

“El hecho de que el patrimonio cultural se conforme a partir de un proceso social y cultural de atribución de valores, funciones y significados, implica que no constituye algo dado de una vez y para siempre sino, más bien, es el producto de un proceso social permanente, complejo y polémico, de construcción de significados y sentidos. Así, los objetos y bienes resguardados adquieren razón de ser en la medida que se abren a nuevos sentidos y se asocian a una cultura presente que los contextualiza, los recrea e interpreta de manera dinámica.”[2]

La Real academia de la lengua española define Mercado en su primera y tercera entrada o acepciones como: “Lugar público con tiendas o puestos de venta donde se comercia, en especial con alimentos y otros productos de primera necesidad. Plaza del mercado.”[3] Baja esta acepción es que se ubica nuestro mercado de Chillán, si bien la definición lisa y llana puede parecernos escueta ante el movimiento que en él se genera en la praxis diaria, en el cotidiano, donde devienen varios actores sociales, cada uno cumpliendo un rol no menos importante, desde sus amplios y disímiles puestos de trabajo, desde verdulerías, especias y condimentos, artesanía, arte, mercadería, pescadería, entre otros, ofreciéndonos el intercambio de bienes y servicios. Es menester, por tanto, acudir a otras definiciones, que van desde su descripción y adscripción filológica


“Definición de Mercado”


En el latín, y más exactamente en el término mercatus, es donde encontramos el origen etimológico de la palabra mercado que ahora nos ocupa. Un término que es empleado con gran frecuencia en la sociedad actual para referirse a todo aquel sitio público en el que, en los días establecidos, se procede a comprar o vender diversos productos.


Al investigar la definición de mercado y evaluar la función que este vocablo tiene en el lenguaje cotidiano, es posible llegar a la conclusión de que este concepto describe al ámbito, ya sea físico o virtual, en el cual se generan las condiciones necesarias para intercambiar bienes y/o servicios. También puede entenderse como la organización o entidad que le permite a los oferentes (vendedores) y a los demandantes (compradores) establecer un vínculo comercial con el fin de realizar operaciones de diversa índole, acuerdos o intercambios. Cabe resaltar que el mercado hace su aparición a raíz de la unión de conjuntos compuestos por vendedores y compradores, lo que permite que se articule un sistema basado en la oferta y la demanda.


Los primeros mercados que aparecieron en la historia de la humanidad tenían al trueque como método de base. Con la masificación del dinero, comenzaron a desarrollarse otros códigos de comercio. A su vez, el incremento de la producción generó la aparición de intermediarios entre los productores y los consumidores finales. La economía, según se advierte al profundizar en los alcances y características del mercado, contempla la existencia de diversas clases de mercados: hay algunos que se llevan a cabo al por menor o minoristas; otros que son al por mayor o mayoristas; unos que se denominan de materias primas y hasta hay otros que se conocen como mercados de acciones (las bolsas de valores), por ejemplo.

Según lo anterior el mercado desde sus inicios ha sido una de las instituciones capitalistas por excelencia, que en la medida que han ido evolucionando los sistemas económicos a lo largo del tiempo y de los siglos, ésta se ha ido moldeando hasta institucionalizarse propiamente tal, pasando por diversas fases, satisfaciendo las necesidades de la población, sin embargo, la tesis del presente ensayo pone en discusión el estatuto social de esta entidad, su prestigio, que se ha moldeado con el pasar de los años y cómo se ve y perfila desde los diversos estratos de la población, jugando un papel central en la economía de los pueblos, que en contraposición a las instituciones modernas como los centros comerciales, que funcionan a macro escala, es que éstos han ido en desmedro económico para sus locatarios. No obstante, ¿qué es lo que valida al mercado en tanto institución? ¿Es el quehacer diario de sus cohabitantes o hay intrínsecamente un valor agregado en su producción?


Efectivamente, la diferencia sustancial que encontramos en El mercado, es que éste es autosustentable, se dan en él una serie de cadenas productivas, que van desde la obtención de materias primas, su procesamiento, su productor, vendedor/oferente y demandante, hasta que la cadena económica de oferta y demanda alcanza su ciclo productivo. Es un proceso continuo y cíclico, donde se hace necesaria cada una de las partes, que con el transcurrir del tiempo, ha ido tecnificándose, sin perder de vista su propia concepción y características identificables, perteneciente a una mezcla entre el ámbito rural y urbano, un punto intermedio entre pre-modernidad y modernidad propiamente tal. Por ello la pregunta que conforma la tesis de este ensayo queda abierta, pues sí posee en la concepción colectiva una valoración hacia El mercado como un patrimonio que se auto sustenta y que conforma, además de representar a nuestra sociedad de manera gráfica e icónica, tanto así que es lugar de innumerables visitas turísticas, que nos habla de su valor como institución, pero a su vez cómo la sociedad capitalista, neoliberal de los últimos siglos ha mermado su quehacer y se ha infiltrado desde sus orígenes en su forma de reproducirse económica y socialmente.


Mercados todos ellos que vendrían a basarse en otro de los significados más utilizados de la palabra que estamos abordando. En concreto, nos estamos refiriendo a esa definición que identifica mercado con el grupo de actividades y de operaciones de tipo comercial que se realizan en uno o varios sectores económicos. “El mercado ideal de competencia perfecta se logra cuando ni los compradores ni los vendedores tienen la capacidad de interferir en el precio final del bien o del servicio intercambiado. Este sistema se ve afectado al momento de la aparición de monopolios u oligopolios que fijan los precios por propia voluntad.”[4]


Enlaces y fuentes.


http://www.dibam.cl/Vistas_Publicas/publicContenido/contenidoPublicDetalle.aspx?folio=4338


Definición de mercado: Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/mercado/#ixzz3IFNabxRK



Reseña del autor: José Patricio Chamorro, nació el 23 de Julio de 1991 en la ciudad de Talcahuano, región del Bio-bio. Licenciado en Educación por la Universiad del Biobio .Estudió  Lenguas Hispánicas mención Literatura en la Universidad de Chile, Diplomado en Patrimonio Cutural UC. Tallerista en cursos de literatura en Santiago y profesor particular en lenguaje e historia en Santiago y Chillán. Publicaciones digitales en http://www.una-mirada-diferente.blogspot.com/ Correo electrónico: jose_patricio_chamorro@live.com



PD: Texto a modo de ensayo surgido en el Taller de Semiótica dictado por Rodolfo Hlousek eb Chillán en Noviembre del 2014.


5 noviembre 2014.


Notas al pie de página:


[1]http://www.dibam.cl/Vistas_Publicas/publicContenido/contenidoPublicDetalle.aspx?folio=4338



[2] Ìdem.


[3] Diccionario RAE.


[4] http://definicion.de/mercado/

El lugar de la inspiración. (9 agosto 2014)



El lugar de la inspiración puede ser cualquiera, pero exige como el nombre lo dice, un espacio abierto, donde se pueda respirar libremente, para dar rienda suelta a la imaginación y los pensamientos, para que la escritura se desborde, los matices surjan, la vida fluya y las emociones se encuentren, inspirarse es un proceso de cambios, de ires y venires, de resurgimientos espontáneos, de escrituras permanentes, de vivir en el arte y para el arte, por el arte. Es dar y entregar la vida misma por una pasión, por ver la obra de arte al fin terminada, la que se veía lejana y sólo en el pensamiento, que cuando cobra vida, revitaliza el tiempo, conquista al pensador y exalta los sentidos adormecidos para que se plasme en ellos lo sublime, la obra del arte, el trabajo del artista como el placer del creador.

sábado, 5 de agosto de 2017

Del arrepentimiento y otras verdades consabidas. (6 de agosto 2014)


Sí un día me preguntaran de qué me arrepiento en esta vida o de qué de lo que no he hecho y me gustaría haber hecho, cuando ya fuese demasiado tarde para intentarlo, está el ser feliz cada día de mi vida, el no despertarme sin antes darme un minuto para conversar conmigo mismo y darme el tiempo de conocerme un poco más, el levantarme sin tener ganas de vivir con la mayor intensidad el día, el no expresar lo que siento, el no haber escrito un libro, el no haber recitado un poema, el no haber comprendido el silencio, ni entendido al amor, el no conocer el amor de pareja, el no desilusionarme, ni volverme a encantar con cada acto de la vida, el no haber hecho nada por cambiar las cosas, por ver que el mundo sigue igual, esté o no esté mi presencia, el haber sentido que mi vida fue en vano y que fue tan fugaz como un suspiro. 

El no haberles dicho a mis amigos cuánto los admiro y agradecerles por la paciencia que me han tenido, por su comprensión. El no mostrarme tal cual soy, sin máscaras, sino mi sola esencia, el querer tapar mis defectos con mis virtudes, el no equivocarme, para volver a creer que soy perfecto, el saberme humano, pero no actual como tal, el haber perdido mi cuota de humanidad, el estar triste, cuando la vida cada día nos invita a gozarla y a vivir en plenitud y el aproblemarme por el vaso medio vacío, cuando en verdad ha estado siempre medio lleno y el no haber viajado a los lugares a los que nunca he ido, ni haber dejado un amor en cada puerto.

Pd: Del arrepentimiento y otras verdades consabidas.

Mi arte poética

Arte poética (José Chamorro)

Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...